Alrededor de una treintena de personas, entre amigos, compañeros de trabajo y familiares, se dieron cita ayer en la calle Bisbe Cardona del barrio de la Marina para descubrir una placa conmemorativa a Antoni Ramon Costa en un emotivo acto repleto de recuerdos.
Coincidiendo con el aniversario del nacimiento del escritor, investigador, historiador y perito eléctrico, esta placa se instaló en la fachada de la casa familiar que le vio nacer. La alcaldesa Lurdes Costa manifestó que, con el gesto de ayer, «se pretende destacar y agradecer la labor de este investigador que potenció la vida social y cultural de Eivissa durante los años 40, así como la revitalización del barrio. «Aparte del reconocimiento puntual desde la biblioteca de Can Ventosa como 'Escriptor del Mes', queríamos dejar una huella más permanente de su legado en la casa donde nació», aseguró.
Costa señaló que el centenario de su nacimiento era «una excusa oportuna para recordar su trabajo».
Antoni Ramon Costa puso en marcha la biblioteca de Ebusus, el único centro cultural de la isla que existía en aquel momento. Además, fue el creador de la revista Ibiza y co-fundador del IEE. A día de hoy, su trabajo La triple muralla árabe de Ibiza, sigue siendo una referencia para los investigadores. Antes de su muerte, Ramon estaba trabajando en un libro sobre la historia de Vila y su puerto.
Pep Ramon, el hijo de Antoni Ramon, agradeció en nombre de la familia el reconocimiento que la ciudad hacía a su padre. «Mi padre también dirigió la primera central de GESA y 'tiró' las líneas eléctricas hasta Sant Antoni, Santa Eulària y el aeropuerto. La electricidad era la ciencia del siglo XX, como hoy es internet. Quería destacarlo porque esta es quizás una de sus facetas menos documentadas», resaltó mientras transmitía a todos los presentes «el gozo y alegría que siente toda la familia. Pep tuvo el generoso detalle de recordar el nombre de su madre Maria de les Neus Ribas Torres, Nieves Sala, «que contribuyó con mucha paciencia al trabajo de mi padre mientras éste escribía o investigaba». «Hoy estamos especialmente orgullosos de ser ibicencos», concluyó.
Sencillez
Clotilde Ramon, por su parte, visiblemente emocionada tras las palabras de su hermano confesó entre lágrimas: «Se me han removido muchos recuerdos, pero puedo asegurar que esto es lo más bonito que me ha pasado jamás. No sé cómo hubiera reaccionado mi padre porque él era la sencillez personificada».
Pilar Marí fue una de las vecinas del barrio que también quiso acompañar a la familia en este entrañable homenaje. «Los conozco de toda la vida y quería estar presente en el acto porque ya poca gente del barrio lo recuerda. La Marina se ha transformado y ya quedan pocas personas de esa época», señaló con nostalgia.
«Queríamos dejar una huella permanente de su legado en la casa donde nació»
Laura Tur |