La discoteca Space se preparaba ayer por la tarde para acoger, alrededor de las 20 horas, el estreno del documental del realizador Günter Schwaiger, Ibiza Occident. Numerosas personas se apresuraban en ocupar sus asientos minutos antes de que comenzara la proyección. El pase privado para profesionales de ayer, precede al estreno en salas comerciales, previsto para los próximos meses.
Schwaiger, aprovechó el estreno de su película en Eivissa para dirigir unas palabras a los asistentes antes del pase del documental en las que principalmente quiso dejar patente su agradecimiento por «haberme permitido cumplir un sueño». El director austríaco reconoció, minutos antes de que comenzara la ceremonia, «tener los nervios necesarios para estar atento y con muchas ganas».
«Espero que el público reciba bien esta película y que le guste mucho», confesaba Schwaiger que destacó la «espectacular acogida» que tuvo la cinta en su estreno mundial en el Festival de Cine de Montreal. «Me hizo mucha ilusión que la película atrajera a un público joven pero que también despertara la curiosidad por este mundo de espectadores algo mayores», recordaba el austríaco de su experiencia en el certamen canadiense. El director del documental resumía su deseo con estas palabras: «Espero que la gente se sienta identificada con el retrato que he hecho de la Isla».
Generosidad
El cineasta hizo hincapié, momentos antes de la proyección, en la «generosidad que me ha transmitido Eivissa y sus gentes a la hora de realizar esta película».
Además, tras la proyección de Ibiza Occident, el público tuvo la posibilidad de expresar sus opiniones e impresiones respecto a la película con el director del documental mientras disfrutaban del cóctel que antecedió a la fiesta de Carl Cox y Christian Varela en la propia discoteca. «Para mí, el contacto directo con el público es lo mejor», explicaba Schwaiger, que añadía: «Es lo que más nervioso te pone y donde más te la juegas porque, como director, en el cine, no tienes la oportunidad de relacionarte con la audiencia».
Cultura llena de vida
La cinta ha retratado las experiencias de nueve personajes que guían al espectador a través de un viaje cuyo fin es ofrecer una versión global de diferentes aspectos artísticos de la Isla, huyendo de tópicos y prejuicios.
«Me parece excepcional que uno de los clubs más importantes abra sus puertas para dar cabida al arte del cine», señaló ayer Günther Schwaiger.
Este gesto sirvió para manifestar el mensaje que el director ha querido transmitir con la película. «Eivissa es muy abierta, culturalmente hablando», comentó el cineasta.
«Lo apasionante de esta noche es que, lo que ves en la película, luego puedes vivirlo», explicaba el austríaco, que añadía: «Lo enriquecedor y enriquecedor de la cultura de club es que no es simplemente contemplativo, como el arte que se exhibe en un museo o una galería, sino que la gente tiene la posibilidad de vivirlo en el momento y de experimentarlo, de bailarlo».