Los restos mortales de la actriz y cantante Sara Montiel, fallecida ayer en su domicilio de Madrid a los 85 años, han salido ya del tanatorio de San Isidro, donde ha estado instalada su capilla ardiente, para dar su último «paseo» por la Gran Vía.
El coche fúnebre ha salido a las 11:30 horas del tanatorio, donde desde ayer a primera hora de la tarde ha recibido el homenaje de familiares, amigos y público, y ha emprendido, escoltada por la policía, un recorrido por la Gran Vía hacia Callao, donde se proyectarán imágenes de películas como «La violetera».
El féretro de la actriz, fallecida de forma inesperada cuando preparaba su maleta para viajar a Oviedo a una revisión oftalmológica, ha permanecido cerrado en la capilla ardiente, tal y como ella deseaba.
Esta mañana, en el tanatorio, el sacerdote que también ofició en el funeral de su madre y de su hermana, ha celebrado una misa en la capilla del tanatorio, en la que un violinista ha interpretado el «Ave María» de Gounod.
Al acto religioso, presidido por una gran foto de la actriz y por una inmensa corona de claveles rojos, han acudido sus hijos, Zeus y Thais, muy afectados, y amigos como el actor Máximo Valverde.
Una vez finalizado el homenaje en Callao, la comitiva fúnebre emprenderá viaje hasta la Sacramental de San Justo, donde será enterrada, por Cibeles, Paseo del Prado, Atocha y paseo de las Acacias.