Dee Dee Bridgewater, una de las grandes divas del jazz, ofreció un memorable concierto en el escenario del Parc Reina Sofia en el festival Eivissa Jazz en julio de 2002. Once años después, su hija, China Moses, llegará a la misma cita con la intención de demostrar que es una de las voces a tener en cuenta en el jazz contemporáneo. La cantante, junto al pianista Raphael Lemonnier, figura como la principal figura del 25º aniversario del festival ibicenco, cuya programación fue presentada ayer por el Ayuntamiento de Eivissa y que incluye como principales atractivos al trompetista norteamericano Ronald Baker y el regreso del pianista gallego Abe Rábade, en esta ocasión liderando su propio trío.
Según explicó ayer la concejala de Juventud del Ayuntamiento de Vila, Mar Sánchez, «más de doscientos grupos han pasado por el festival en sus veinticinco años de historia» y recordó a figuras actuales, como Ximo Tebar o Chano Domínguez, que dieron sus primeros pasos en la época en la que la cita ibicenca era un concurso para jóvenes músicos.
La organización de este año ha vuelto a recaer en la empresa MP Music, dirigida por Miquel Prats Botja. «Es un gran honor estar al frente del festival y espero estar a la altura de este 25º aniversario», apuntó el promotor, quien recordó que el recinto del baluarte de Santa Llúcia será el que acoja las cuatro jornadas del festival del 14 al 17 de agosto y el precio de la entrada será de 12 euros para cada día. Todas las veladas darán comienzo a las diez de la noche y contarán con dos actuaciones, excepto la del día 16, en la que actuarán tres grupos. Prats indicó que esto se debe a que en su propuesta ante el Ayuntamiento ofrecieron cinco días de concierto como venía siendo habitual, pero que al reducir el Consistorio la duración a cuatro noches se encontraron con que uno de los grupos previstos para la quinta jornada, concretamente La Marina Band, se quedaba sin fecha, por lo que decidieron colocarlos en la tercera velada.
Menos días
Sobre la reducción de días, Sánchez dijo que en el Ayuntamiento pensaron que cinco jornadas serían muchas y que en esta ocasión han preferido «potenciar las actividades paralelas al festival», como el taller intensivo Eivissa Jazz Workshop o la exposición fotográfica de Marco Torres.