Probablemente se trataba del concierto más esperado del verano, del tipo de evento musical que nadie quiere perderse y que suscita envidias a todos aquellos que por un motivo u otro no pueden asistir. Franz Ferdinand como plato fuerte de una temporada plagada de conciertos en el hotel Ibiza Rocks que, a punto de tocar a su fin, está resultando tan variada como interesante. La banda escocesa, formada en Glasgow en 2001, llegaba además con un nuevo disco bajo el brazo; ese Right Thoughts, Right Words, Right Action lanzado hace un par de semanas y con el que su público aún está familiarizándose.
No obstante, fue un tema de su anterior trabajo discográfico el encargado de abrir su show la noche del pasado miércoles en el hotel Ibiza Rocks. No You Girl Never know supuso un arranque potente y un auténtico bálsamo para calmar la ansiedad rockera que reinaba en el ambiente. Los escoceses, engalanados con ropas oscuras a excepción del batería, mostraron desde ese primer momento su predisposición a la fiesta y continuaron desgranando éxitos recientes como Right Action o pequeños clásicos del siglo como Do You Want To. Alex Kapranos y los suyos chapurreaban el español entre canciones lo cual agradeció la nutrida representación ibicenca que había entre el público. Por otra parte, constituye una práctica habitual de la banda lo de aprenderse ciertas palabras del país de turno y es que resulta obvio que Franz Ferdinand buscan siempre la complicidad con la gente.
La fiesta continuó sin resquicios y los numerosos singles que han acumulado durante sus doce años de carrera fueron sonando sin tregua. Las interpretaciones de canciones como Evil eye, Walk Away o The Fallen hicieron las delicias del respetable y Bullet, de su último trabajo, sirvió de preámbulo para la popular Take Me Out, la canción que puso a los escoceses en el mapa allá por el año 2004. Con el público enardecido y los últimos acordes de la aplastante Ulysses los británicos se despidieron por primera vez del escenario. Acostumbrado a no disfrutar nunca de bises cuando se trata del Ibiza Rocks, la muchedumbre agradeció enormemente aquellos minutos extras que la banda concedió tras volver a escena.
El final llegó con Outsiders y ese desenlace percusivo tocado sobre la batería por los cuatro integrantes de la banda. Un cierre sobresaliente para un show redondo cuya única pega fuera tal vez el deficiente sonido de las guitarras. Lamentablemente sonaron bastante difusas en algunos momentos desluciendo un poco el buen trabajo de los guitarristas.
En definitiva, Franz Ferdinand tienen aún otra cita en Madrid antes de embarcarse en su gira americana y nosotros tenemos otra cita con Ibiza Rocks y la música de Foals el próximo miércoles en lo que será el punto final de la temporada rockera. ¡Esto se acaba!