Es la canción del verano. Amada y odiada a partes iguales, pero la más escuchada. Luis Fonsi y Daddy Yankee se han convertido en la sensación estival con el tema Despacito, una canción que ha dado mucho juego. Y que se ha versionado incontables ocasiones.
Más allá de la adaptación con Justin Bieber, desde que Los Morancos parodiaran la sentencia a Urdangarin con la canción, hasta la que toca una tuna universitaria, pasando por la versión a la mallorquina, la católica, la feminista o la de Juego de Tronos, se han registrado diversas versiones.
Probablemente una de las primeras veces que la canción de Luis Fonsi dejó de ser una canción llena de alegría, movimiento y sensualidad fue cuando Los Morancos, en marzo, parodiaron la sentencia del caso Nóos, en especial la impuesta a Iñaki Urdangarin.
Un mes después, una versión católica de Despacito se hacía viral en internet. Tres jóvenes del movimiento Cursillos de Cristiandad publicaron una versión religiosa de la canción, cambiando el título por Resucito. El estribillo versionado hace referencia a la Resurrección de Jesucristo: «Resucito, que me crucifican, pues yo resucito, yo morí por ti y por todos tus amigos y entré en tu vida mediante los cursillos».
Poco después, y aunque no fuera una versión de la canción, tres italianos criticando Despacito se hicieron virales. Los cómicos italianos del canal de YouTube The Jackal son los autores, y aunque 'confundieron' a Luis Fonsi con Enrique Iglesias, su éxito les valió que el propio Luis Fonsi participara en un segundo vídeo.
Entre las versiones de la canción del verano, más allá de las parodias, existen algunas con un claro mensaje. Como una adaptación que no dejó indiferente a nadie y que triunfó en las redes bajo el nombre de Ni una menos. «Tu machismo me oprime y eso es cultural, tu machismo me mata y eso es real».
Y como no podía ser de otra manera: Despacito a la mallorquina. Laura Rodríguez y Noelia Bonet aprovecharon el tema para elaborar su propia letra criticando la congestión que sufren las carreteras de Mallorca por la gran presencia de coches de alquiler o la suciedad que se acumulan en las playas por la falta de civismo de una parte del turismo que nos visita.
Pero más allá de éstas, ha habido otras muchas adaptaciones de la canción del verano. Desde la que han ofrecido algunas integrantes de tunas universitarias, a las que se pueden escuchar en diferentes idiomas, como chino o malayo, o con otro estilo, más rockero o una punk.