El Primer Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza y Formentera, celebrado la pasada semana, ha puesto de relieve la necesidad de regular estas estancias turísticas para convertirse en un mercado de calidad y, de paso, engordar las arcas de la Hacienda pública.
La convención organizada por la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales (AVAT) de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera (Pimeef) supuso un punto de encuentro para todos los sectores relacionados con este creciente modelo de oferta turística. El eje central fue un debate abierto sobre las controversias legales en torno a la oferta de alojamiento de las viviendas turísticas alquiladas por particulares.
Durante las jornadas, celebradas en las poblaciones de Jesús (Eivissa) y Sant Francesc (Formentera), se plantearon las contradicciones de las normativas y las dificultades que se encuentran los propietarios que quieren legalizar su vivienda para uso turístico. Una de las conclusiones es que el crecimiento de esta oferta y su alta demanda han ido más rápido que las leyes; otra, que la capacidad de tramitación de las instituciones resulta demasiado lenta para atender el número de peticiones.
De hecho, tal y como recordó el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Torres (exdirector general de Turisme en 2010 y 2011), desde la entrada en vigor de la Ley Turística de 2012 hasta la actualidad se han presentado 1.873 nuevas solicitudes de viviendas turísticas, lo cual “hace necesario un esfuerzo por parte de esta Administración para poner al día esta situación, puesto que a día de hoy, todavía restan más de 1.200 solicitudes pendientes de trámite”. “La voluntad de este Gobierno es disminuir en lo posible el tiempo de espera la tramitación y para ello incrementaremos los recursos de personal”, garantizó Torres.
CALIDAD. Los sectores involucrados reclaman adecuarse a la realidad para que las viviendas turísticas se posicionen como un mercado de calidad. Pero no es un asunto sencillo. El profesor de Derecho Mercantil y Contratación Turística de la UIB, Juan Franch Fluxà, destacó la importancia de regular el sector en su conferencia Controversias legales sobre el alquiler de viviendas a turistas. El doctor europeo considera que la legislación turística de 2012 es “muy confusa” y advierte de que “tampoco podemos pasarnos con esta regulación”. “Se trata de un sector de turismo que mueve grandes cantidades de dinero que no se le pueden escapar a la Hacienda Pública, por lo que es fundamental regularlo”, añadió.
Además, se mostró contrario a la fórmula empleada por grandes empresas como Airbnb, donde los usuarios ofrecen su casa o alguna habitación a cambio de una contraprestación. “Se trata de empresas que no ofrecen garantías a los usuarios. Si ocurre un accidente durante el intercambio de hogares, Airbnb se desentiende y son los clientes quienes corren con los gastos”, comentó el profesor, quien añadió que los actuales legisladores no saben cómo regular a las grandes empresas de internet como Booking o la citada Airbnb.
QUEJAS. En cuanto a las quejas de los hoteleros sobre la competencia desleal de las viviendas vacacionales, Franch explicó que no compiten en el mismo mercado. “Tienen razón cuando argumentan que el alquiler vacacional no paga impuestos y carece de licencia, pero eso no es competencia desleal, son piratas”, precisó el ponente, quien cree que las personas que alquilan sus viviendas deben considerarse empresarios y ofrecer buenos servicio a los turistas.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de Viviendas y Estancias Turísticas (AVAT) de las Pitiüses, Roberto San Esteban, aseguró que el objetivo de este sector, tras conseguir una normativa, es asentarse como una “oferta buena, legal y de calidad”. “No puedes meter un alquiler en un bloque de edificios, donde la gente hace su vida en familia. Además, el alquiler que se produce en estos apartamentos se hace a gente que viene de fiesta, por lo que hacen ruido, montan follones y molestan”, denuncia el portavoz de la patronal en Eivissa.