Javier del Hoyo Blanes, director de KPMG Abogados en Balears, ha regresado a su Mallorca natal, tras unos años en Madrid, donde ha desarrollado toda su carrera profesional en el área fiscal de KPMG. Asume este nuevo reto con mucha ilusión y con un gran sentido de la responsabilidad.
Uno de los grandes problemas de Balears es la falta de vivienda. ¿Tiene solución?
Tiene que haberla. Hay varias medidas que podrían implementarse. Una es, por ejemplo, la eliminación o reducción de la burocracia. Además, deberían solventarse los problemas que provocan inseguridad jurídica. Yendo a mi especialidad, en ocasiones, desde el punto de vista fiscal, existe incertidumbre sobre cuáles son las normas que te aplicarán y cual será la interpretación de Hacienda en el pago de impuestos. Es un área clara que puede mejorarse. Hay medidas que se aplican que van en la buena dirección como reconvertir activos en desuso, rehabilitación de edificios... Y es evidente que debería darse mayor protección a los arrendadores ante el riesgo de impagos.
¿Existen ventajas fiscales para fomentar la compra de viviendas?
Hay ventajas fiscales, pero debería haber más. Las hay sobre todo desde el punto de vista de la demanda, del comprador. Hacen falta medidas de un mayor calado, de mayor efectividad. Desde el punto de vista de la demanda sería efectivo recuperar la deducción por vivienda habitual, incentivo que estuvo en vigor hasta 2013 y que sí puede decirse que es una medida con un impacto efectivo real. Ahora, las medidas en vigor ayudan a determinados colectivos. Podrían implementarse también medidas que no favorecieran solo a los que compran su primera vivienda o a determinadas rentas... Desde el lado de la oferta, hay mucho camino por recorrer. Hacen falta medidas sólidas que apoyen la promoción y la construcción de vivienda asequible.
¿La solución es habilitar más suelo urbano?
Crear más suelo urbano no puede ser la única solución. Es una medida más que puede implementarse, pero siempre de forma limitada, atendiendo las especiales circunstancias de Balears. La necesaria protección ambiental que requieren las Islas hace que sea complicado habilitar grandes bolsas de suelo urbano.
¿Continuará subiendo el precio de la vivienda?
El escenario más probable es que sigan subiendo. Estamos en un mercado de escasa oferta y de mucha demanda. La previsible bajada de tipos provocará que los precios suban.
¿Vale más comprar que alquilar en las actuales circunstancias?
Las ventajas de una u otra opción dependen de múltiples factores. La entrada es una barrera muy clara, que provoca que determinadas personas adopten la decisión de alquilar. Ahora mismo, con los precios de compra y los tipos de interés podría ser mejor opción el alquiler. Es una decisión que tiene un componente emocional muy importante.
Por otra parte, el Régimen Especial de Balears ya está en vigor.
El REB fiscal, aprobado con efectos de primero de enero de 2023, es el hito más relevante en la fiscalidad de Balears en los últimos 50 años. Está en vigor y supone un cambio positivo para la fiscalidad de las empresas, no solo las de aquí sino también para las de fuera que tienen intereses en Balears.
¿Y los ciudadanos de Balears lo notarán?
Se trata de medidas tributarias enfocadas a la fiscalidad de las empresas, por tanto ellas serán quienes lo notarán en un principio, no obstante los ciudadanos deberían acabar beneficiándose también de manera indirecta. Las medidas se refieren al Impuesto sobre Sociedades (y por analogía al IRPF -en el caso de autónomos que calculen su renta mediante estimación directa- y al Impuesto sobre la Renta de los No Residentes) y están enfocadas a fomentar la inversión y la producción. Las primeras declaraciones en las que estas medidas tienen efecto son las de 2023, es decir las que se presentan entre abril y junio, en el caso del IRPF, y en julio, en el caso del Impuesto sobre Sociedades.
¿Es un buen REB?
Es una buena noticia, pero tiene tareas pendientes. ¿Por qué? Balears, a diferencia de Canarias, no tiene la consideración de región ultraperiférica dentro del ámbito comunitario. Esto supone que le apliquen las limitaciones del derecho de la competencia en la Unión Europea. Es decir, que el impacto real de estas medidas no puede superar cuantitativamente los 200.000 euros, que han sido ampliados a 300.000, cada tres años.
¿Estamos hablando de los minimis?
Efectivamente. Las limitaciones cuantitativas que imponen las normas de minimis harán que las empresas que se vean más favorecidas por el REB fiscal sean las pequeñas y medianas. En cualquier caso, tampoco son incentivos que deban pasarse por alto por parte de las grandes empresas para quienes también va a suponer una posibilidad de optimización fiscal.