Joye Harley no encontró mejor manera de empezar sus vacaciones que gestando un macabro plan con su novio como mayor protagonista o, mejor dicho, víctima.
La joven logró que su pareja se lanzara a la piscina del hotel en el que se encontraban de vacaciones en Tenerife, con un bañador que ella misma le habría regalado. Hasta aquí todo normal. La cosa estaba en que dicho traje de baño se disolvía en agua.
El novio se lo tomó genial y no paró de reírse de la situación en cuanto se dio cuenta de que algo no iba bien con su bañador. Eso sí, el vídeo que muestra su cara de sorpresa lleva ya miles de reproducciones.