La Casa Blanca anunció ayer que ha decidido suspender el envío de prisioneros de Guantánamo a Yemen a raíz del fallido atentado contra una aerolínea estadounidense el día de Navidad, cuyo autor al parecer dijo que Al Qaeda en ese país árabe le ayudó a planificarlo. «Aunque seguimos comprometidos con el cierre de las instalaciones (de Guantánamo), se ha determinado que ahora mismo no es una buena idea hacer ninguna transferencia adicional a Yemen», dijo ayer Robert Gibbs, el portavoz de la Casa Blanca, en su rueda de prensa diaria.
Varios legisladores demócratas, independientes y republicanos han ejercido presión sobre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que paralice el envío de prisioneros de Guantánamo a Yemen. En la actualidad hay unos 90 yemeníes en Guantánamo y se preveía que alrededor de la mitad fuesen transferidos a su país de origen. Pero el atentado fallido contra un vuelo de la aerolínea Northwest cuando se preparaba para aterrizar en Detroit (Michigan) el día de Navidad ha llevado a EEUU a revisar sus planes.
Umar Farouk Abdulmutallab, un joven de 23 años de origen nigeriano, intentó detonar sin éxito explosivos que llevaba cosidos en su ropa interior. Abdulmutallab dijo a los investigadores, según adelantó la cadena de televisión ABC el 26 de diciembre, que líderes de la organización terrorista Al Qaeda en Yemen le ayudaron a planificar el fallido atentado suicida.
El sospechoso del intento de atentado declaró haber vivido con un líder de Al Qaeda en Yemen un mes, tiempo durante el cual recibió entrenamiento terrorista.