Mali confía, dentro de la prudencia, en una resolución positiva del secuestro de los tres cooperantes españoles, una vez que su suerte no parece estar ligada a la de los otros tres rehenes europeos en poder de la rama magrebí de Al Qaeda, indicaron hoy a EFE en Bamako varias fuentes gubernativas y militares.
El hecho de que los españoles no hayan sido citados en los últimos comunicados de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), unido a que los cooperantes se encontrarían en poder de una facción menos dura de esa organización, liderada por el argelino Mokhtar Belmokhtar, induce a un mayor optimismo, según las mismas fuentes.
El propio presidente del país, Amadou Toumane Touré, llamó este fin de semana desde Gao a «permanecer optimistas» refiriéndose específicamente a la situación de los rehenes españoles y recalcó que «la actitud correcta y humana es tener confianza y esperar», al tiempo que ensalzó las «excelentes» relaciones entre Mali y España en los últimos años.
Algunas fuentes apuntan a una mediación de Libia en las negociaciones con los secuestradores de los españoles Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta, lo que representa otro indicio esperanzador.
La intermediación libia, a través de una ONG denominada Gand Akaui, vinculada con la Fundación Gadafi para el Desarrollo, ha sido hasta ahora decisiva en la resolución de secuestros anteriores.
Esa fundación -dirigida por Seif el Islám, hijo del líder libio, Muamar el Gadafi- mantiene estrechas relaciones con los dirigentes tuareg y los líderes tribales de la zona y medió en el desenlace del secuestro del representante especial de la ONU en Níger, Robert Fowler, y su ayudante Louis Guay (ambos canadienses) en abril de 2009.