El líder comunista norcoreano, Kim Jong-il, llegó a China en su segundo viaje por sorpresa en este año a su principal aliado, algo que ha hecho reavivar las especulaciones sobre su posible sucesión, según medios surcoreanos.
El tren blindado de Kim atravesó la frontera a primera hora de la madrugada del jueves en su camino a la ciudad china de Jian, apenas unas horas después de que el ex presidente de EEUU Jimmy Carter llegase a Pyongyang, indicó un portavoz de la Casa Presidencial surcoreana citado por la agencia local Yonhap.
Ya por la tarde, Kim visitó un colegio de enseñanza secundaria en la provincia china de Jilin donde en la década de los 20 estudió su padre, Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte.
La agencia Yonhap no descarta que Kim Jong-il, de 68 años, viaje acompañado de su hijo menor, Kim Jong-un, de 26 años y a quien se considera su posible sucesor al frente de la dictadura estalinista.
El viaje del «amado líder» norcoreano a China ha sido una total sorpresa para los observadores surcoreanos, que especulan con una posible consulta de Kim a su aliado sobre su sucesión, más peticiones de ayuda económica o la posibilidad de reanudación de las negociaciones sobre desarme nuclear.