Los planes de un pastor de una pequeña iglesia baptista de Florida (EEUU) de quemar el Corán el próximo sábado, coincidiendo con el noveno aniversario de los atentados del 11-S, generaron ayer el rechazo unánime de la comunidad internacional.
Ante esta idea, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, instó al reverendo Terry Jones a desistir de ese plan y condenó dicha propuesta. Subrayó que se trata de algo «indignante» y una «aberración» que no refleja los valores de EEUU, al tiempo que calificó de «lamentable» que esa pequeña congregación haya logrado tanta atención por la forma tan «vergonzosa» de conmemorar el noveno aniversario de los atentados terroristas del 11-S. En el mismo sentido fue la reacción del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para quien una iniciativa de esta naturaleza «sólo puede conducir a incrementar la discordia y la polarización entre las comunidades». «Este tipo de acciones se contradicen con los esfuerzos de Naciones Unidas y de muchos otros para fomentar la tolerancia, el entendimiento entre culturas y el respeto entre las religiones», dijo.
La Unión Europea (UE) expresó su rotunda condena a los planes del pastor protestante y aseguró que la alta representante comunitaria, Catherine Ashton, considera que «ésta no es la forma adecuada de proceder».
Las críticas también se sucedieron desde el Líbano, donde dirigentes tanto cristianos como musulmanes condenaron el llamamiento. El presidente libanés, el cristiano Michel Suleimán, destacó que «esos actos son incompatibles con las enseñanzas religiosas divinas que preconizan la tolerancia y se oponen de modo radical a la lógica del diálogo de las civilizaciones», mientras para el vicepresidente del Consejo Superior Chií, Abdel Amir Kabalan, son un «acto de barbarismo que nada tiene que ver con los valores religiosos».
Además, la comunidad internacional alertó de las consecuencias que esa acción puede tener para las tropas internacionales desplegadas en Afganistán. Al respecto, el jefe de la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), Staffan de Mistura, calificó de «repugnante» esos planes y advirtió de que ello puede espolear a los insurgentes afganos.
Pese a todas las presiones, el reverendo insiste en que seguirá adelante con sus planes porque quiere enviar un mensaje contra el «radicalismo» del islam.