Los jefes de los bancos centrales y las autoridades reguladoras de 27 países acordaron ayer endurecer las normas de solvencia bancaria con el fin de mejorar la solidez del sistema financiero, anunció el vicepresidente del Bundesbank, Franz-Christoph Zeitler.
La nuevas reglas, que exigen de la banca guardar más capital para hacer frente a turbulencias como las de la reciente crisis financiera, deberán ser discutidas y aprobadas durante la próxima cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G-20, que se celebrará en la capital de Corea del Sur en noviembre.
Basilea III
El acuerdo sobre el paquete de normas, bautizado como Basilea III, se alcanzó durante una reunión celebrada en esa ciudad suiza este fin de semana y que estuvo encabezada por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el francés Jean Claude Trichet.
Según el máximo responsable del BCE, el acuerdo es un «refuerzo fundamental de los estándares globales de capital». «La contribución a la estabilidad financiera a largo plazo y el crecimiento será sustancial», declaró Trichet.
El punto principal obliga a los bancos a mantener un Tier 1 o Nivel 1 (una ratio que mide la fortaleza de las entidades financieras basándose en su capital básico: acciones ordinarias y utilidades no distribuidas) del 6%, frente al 4% actual.
No obstante, este incremento será gradual, tal y como habían solicitado las entidades financieras, y no se terminará de implementar hasta 2018, al igual que otras medidas adoptadas.
A este respecto, Trichet señaló que «los acuerdos de transición permitirán a los bancos alcanzar estos nuevos estándares a la vez que fomentan la recuperación económica».
Además, el paquete de medidas de Basilea III insta a los bancos a mantener un mínimo de acciones ordinarias del 4,5%, frente al 2% anterior, al que habrá que sumar otro 2,5% de «amortiguación» durante los períodos de bonanza económica que sirva de elemento contra cíclico en momentos de crisis o recesión económica. Así, el total de acciones ordinarias que deberán mantener las entidades financieras ascenderá al 7%.
Esta decisión refuerza la nueva definición de capital acordada por los gobernadores de bancos centrales y autoridades monetarias el pasado julio.
Satisfacción
El presidente del Bundesbank, el banco central alemán, Axel Weber, se mostró satisfecho por el acuerdo alcanzado y manifestó que los periodos transitorios establecidos posibilitarán el cumplimiento de los mínimos crecientes de capital y liquidez que se exige a los institutos financieros.
El Banco de España valoró positivamente la revisión de las normas de solvencia bancaria, al considerar que los nuevos requerimientos de capital se han planteado para evitar nuevas crisis financieras, permiten la existencia de bancos más fuertes y sólidos y despejan las incertidumbres que se planteaban en el sector sobre ellas.
También la Reserva Federal estadounidense manifestó su satisfacción y sostiene que las nuevas reglas harán que los bancos sean más sólidos, sanos y responsables.