El presidente del Banco Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi, está siendo investigado por la Fiscalía de Roma por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero.
Junto a Gotti Tedeschi también está siendo investigado otro importante directivo de la entidad financiera vaticana, informaron ayer los medios de comunicación italianos.
La jueza María Teresa Covatta decretó la incautación preventiva de 23 millones de euros depositados en una cuenta corriente del banco Credito Artigiano a nombre del Banco Vaticano, conocido como Instituto para las Obras de la Religión (IOR).
La Fiscalía indaga dos operaciones bancarias que preveían la transferencia de 20 millones de euros a la JP Morgan de Fráncfort (Alemania) y de otras tres entidades a la Banca del Fucino.
Normativa
Según los investigadores, ambos dirigentes del IOR no facilitaron la información necesaria impuesta por la normativa contra el blanqueo de capitales.
Los responsables del Banco Vaticano no indicaron las generalidades referentes a los sujetos por cuenta de quienes ejecutaban las operaciones y asimismo omitieron facilitar informaciones sobre el objetivo y la naturaleza de las mismas.
El IOR, con sede en la Ciudad del Vaticano, fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad jurídica propia.
Su presidente es el economista italiano Ettore Gotti Tedeschi, de 64 años, titular del Santander Consumer Bank. En 1982, la banca vaticana protagonizó el mayor escándalo de su historia con la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano, entonces la mayor institución privada italiana y muy cercana al IOR que presidía el arzobispo estadounidense Paul Marcinckus, máximo dirigente del banco entre 1971 y 1989. El arzobispo masón se libró de ser juzgado y arrestado gracias a su pasaporte vaticano.
El viejo Ambrosiano, del que el IOR tenía el 16 por ciento del capital, quebró debido a un «agujero» de cerca de 600 millones de dólares de la época, derivado de la desviación de fondos para usos privados y para la subversiva logia masónica Propaganda Dos (P-2), de Licio Gelli.
La bancarrota de la entidad originó la quiebra de una treintena de empresas. El caso incluyó las muertes (todavía no aclaradas) de Roberto Calvi, presidente del Ambrosiano y miembro de la logia Propaganda Dos, que apareció colgado en el puente de los Frailes Negros de Londres en 1982; y del financiero siciliano Michele Sindona, también masón y conocido como el banquero de la mafia, que murió envenenado con una taza de café en la cárcel en 1986 mientras cumplía cadena perpetua por haber ordenado el asesinato de Giorgio Ambrosoli, el inspector del Banco de Italia que investigaba a los bancos de Sindona.