La Comisión Europea (CE) instó ayer a Francia a modificar su legislación en materia de libre circulación de ciudadanos, tras haber analizado la polémica suscitada por la expulsión de gitanos.
Según anunció la portavoz de la CE, Pia Ahrenkilde, el Ejecutivo comunitario decidió ayer que enviará una carta de emplazamiento a Francia, a menos que este país presente antes del 15 de octubre un plan detallado para alinear su legislación con la directiva europea de 2004.
Por el contrario, el Ejecutivo comunitario no ha querido expedientar a Francia por supuesta aplicación discriminatoria en el caso de los gitanos, como sugirió en su día la comisaria de Justicia y Derechos fundamentales, Viviane Reding.
La CE informó de las principales conclusiones del debate entre los comisarios. Estas incluyen la decisión de enviar a Francia una carta formal solicitando más aclaraciones sobre las expulsiones del verano, así como la advertencia de que le abrirá expediente en octubre si no transpone correctamente la directiva europea sobre libre circulación en la que se recogen las garantías procesales para los casos de expulsión de ciudadanos comunitarios.
Por lo que respecta a la supuesta discriminación, la CE afirma haber «ha tomado nota» de las garantías francesas de que las expulsiones del verano no «perseguían a una minoría étnica» en particular.
Por su parte, el Gobierno francés consideró que sale «con la cabeza alta» del análisis hecho por la Comisión Europea de su política de desmantelamiento de campamentos gitanos y de su expulsión. «La Comisión constata que no hubo discriminación en el desmantelamiento de los campamentos ilegales ni en la expulsión. Francia sale con la cabeza alta», aseguró el ministro de Inmigración, Eric Besson.