La precandidata demócrata, Hillary Al no alcanzar los votos necesarios para proclamarse vencedora de los comicios presidenciales de este domingo, la candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, se batirá con el aspirante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, en una segunda vuelta donde ambos lucharán por conseguir el apoyo del Partido Verde (PV) de Marina Silva.
Tal y como pronosticaron los sondeos sobre intención de voto, Rousseff se proclamó vencedora de la primera vuelta de las elecciones presidenciales con un 46,68 por ciento de los votos, un porcentaje inferior al 50 por ciento que habría necesitado para alzarse con la victoria.
Por su parte, Serra se adjudicó el 32,70 por ciento de las papeletas, acortando así la distancia de 20 puntos a la que las últimas encuestas le situaban respecto a la candidata oficialista.
'Oleada verde'
Mientras, Silva quedó en tercer lugar con un 19,46 por ciento de los votos que hicieron resurgir a la 'oleada verde' a pesar de que no consiguió los apoyos suficientes para continuar en la pugna electoral. Sin embargo, la militancia del PT será decisiva en la segunda vuelta de los comicios.
Conocedora de ello, Silva ya ha anunciado que esta semana comparecerá públicamente para «dar instrucciones» a su electorado de cara a la segunda ronda de votaciones, que se celebrará el próximo 31 de octubre, tras una reunión con la ejecutiva de su partido en la que decidirá por que candidato se decanta.
Ambos aspirantes a la Presidencia deberán buscar apoyos más allá de los 19 millones de votantes de los verdes, por lo que tanto Rousseff como Serra han diseñado una nueva estrategia electoral orientada a los nichos de votantes que este domingo se mostraron impermeables a sus mensajes.
El PT ya ha anunciado un acto al que acudirán varios diputados y senadores que resultaron electos, entre ellos, la legisladora Manuela D'Avila, quien posee un gran tirón entre los más jóvenes.