La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, pidió hoy que la Unión Europea dé «una señal» a Cuba para construir una nueva relación bilateral y ayudar a afianzar el proceso de reformas en ese país.
Una «nueva relación» de la UE hacia Cuba «es necesaria», según declaró Jiménez al llegar al Consejo de Ministros de Exteriores europeos que hoy discutirá la política comunitaria hacia La Habana.
La ministra recordó que en los últimos meses Cuba ha liberado a 42 presos políticos y ha aprobado reformas económicas que abren ciertos sectores a la actividad privada.
Por ello, dijo que «si Cuba ya ha dado alguna señal» y ha realizado algunos progresos que le pedía la Unión Europea, ésta debería también enviar otra señal a fin de «afianzar el proceso de reformas».
Tras esas decisiones «es más necesario que nunca buscar una nueva relación que esté basada en el respeto, en la confianza y en la bilateralidad», subrayó.
Jiménez, quien hoy asiste a su primer consejo comunitario como titular de Asuntos Exteriores, aseguró que lo afronta «con serenidad, con ilusión y con un gran sentido de la responsabilidad».
Los ministros comunitarios no tienen previsto revocar la llamada «posición común» sobre Cuba, vigente desde 1996 y que vincula las relaciones entre la Unión y La Habana a los progresos en materia de derechos humanos y democratización en la isla.
Sin embargo, sí se discutirá el inicio de una nueva relación bilateral, aunque no se prevé que hoy se pueda decidir ya el comienzo de contactos con el Gobierno cubano.
«Estamos viendo cuál es el mecanismo que finalmente todos los socios acordamos para establecer esa nueva relación», afirmó la ministra española, quien recalcó: «queremos pensar en cómo ayudamos a afianzar el proceso de reformas».
Países como Suecia o la República Checa eran los más reacios antes de esta reunión a introducir cambios en la política hacia Cuba, pues juzgan insuficientes las medidas tomadas en La Habana.
Jiménez subrayó que España busca «el máximo consenso posible entre nuestros socios de la Unión Europea» dentro de su objetivo de trabajar «para que se reconozca una nueva relación entre la UE y Cuba».
También recordó que esta política fue promovida por su antecesor, Miguel Angel Moratinos, cuando ella era todavía secretaria de Estado para Iberoamérica.