El fundador de Wikileaks, Julian Assange, permanecerá en prisión preventiva hasta el 14 de diciembre, en que está previsto que se celebre la próxima vista del proceso para su extradición a Suecia, según determinó ayer un tribunal de Londres.
El juez rechazó la petición de Assange para la libertad bajo fianza, alegando que existía un riesgo de incumplimiento por parte del director del portal de internet, reclamado por la Justicia sueca por supuestos delitos sexuales.
Numerosos periodistas, cámaras de televisión, fotógrafos y un grupo de simpatizantes se congregaron ayer a las puertas del citado tribunal.
El fundador de Wikileaks fue detenido por la mañana por la unidad de extradición de Scotland Yard después de acudir de forma voluntaria a una cita con los agentes en una comisaría de Londres.
Con aspecto tranquilo y pálido, el acusado aseguró ante el tribunal que luchará contra su extradición a Suecia, ya que, según indicó también su abogado, Mark Stephens, teme que desde ahí pueda ser entregado a EEUU, donde algunos políticos de ese país han pedido su ejecución.
Lindfield, representante legal de las autoridades suecas en este proceso, detalló ante el magistrado los cuatro cargos de agresión sexual contra dos mujeres que supuestamente cometió Assange el pasado agosto en Suecia.
Falta de pruebas
El letrado John Jones, del equipo legal del australiano, recordó que con anterioridad un fiscal de Estocolmo había desestimado el caso por «falta de pruebas» para que, posteriormente, un nuevo fiscal lo «resucitara» en una ciudad diferente, Gotemburgo.
El caso por abusos sexuales y violación contra Assange es un asunto personal y no tiene nada que ver con el trabajo de su página web de publicar documentos confidenciales estadounidenses, señaló la fiscal sueca encargada del asunto, Marianne Ny.
«Quiero dejar claro que no he sido objeto de ningún tipo de presión, política o de otro tipo», afirmó la fiscal en un comunicado. «Los fiscales suecos son completamente independientes en su toma de decisiones», agregó.
Por otra parte, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, afirmó que la detención de Assange es una «buena noticia». La breve reacción de Gates fue la primera de un alto funcionario de EEUU tras conocerse el hecho.