La intervención militar internacional contra Libia "Odisea del amanecer"está en marcha con aviones franceses y barcos de guerra y submarinos de EEUU y Gran Bretaña que han atacado objetivos militares libios y que, según medios locales, ha causado al menos 48 muertos.
El líder libio Muamar el Gadafi ha amenazado con una respuesta militar y ha asegurado que el Mediterráneo y Àfrica del norte se han convertido en "una zona de guerra".
En aplicación de la recientemente aprobada resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU que autoriza tomar "todas las medidas necesarias" para proteger a la población civil", aviones franceses fueron los primeros en abrir fuego contra las tropas de Muamar el Gadafi.
El Ministerio galo de Defensa informó de que uno de los cazas franceses realizó "un tiro en torno a las 17.45 horas (16.45 GMT) contra un vehículo militar".
El canal de televisión Al Yazira dijo que aviones de combate franceses dispararon contra las fuerzas blindadas leales a Gadafi y que, según fuentes de los rebeldes, los cazas destruyeron al menos cuatro tanques.
Poco después, barcos de guerra y submarinos de EEUU y Gran Bretaña lanzaron más de 110 misiles de crucero Tomahawk contra los sistemas antimisiles libios y alcanzaron más de 20 objetivos, según informó el Pentágono.
El vicealmirante estadounidense Bill Gortney informó en rueda de prensa que las operaciones de EEUU se han concentrado en la parte occidental de Libia, en objetivos situados cerca de Trípoli y Misrata.
"Los más de 110 misiles de crucero Tomahawk lanzados desde barcos y submarinos estadounidenses (situados en el Mediterráneo) alcanzaron más de 20 sistemas de defensa aérea integrados y otras instalaciones de defensa", afirmó Gortney.
La Televisión estatal libia anunció que aviones de los "enemigos cruzados" llevaron a cabo ataques contra las ciudades de Trípoli, Mesrata, Zouara y Benghasi.
La cadena de televisión qatarí Al Jazeera afirmó que misiles americanos "Cruze" han sido disparados sobre Trípoli.
La ciudad de Mesrata, que está bajo control de los rebeldes, es, desde hace varios días, escenario de una ofensiva de las fuerzas armadas fieles a Gadafi que utilizan blindados y artillería pesada.
En un mensaje de audio de unos cuatro minutos difundido por la televisión estatal, Gadafi subrayó que Libia usará su derecho de autodefensa conforme al artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas y resaltó que las operaciones aliadas son "injustificables" y "darán nacimiento a una guerra de religiones".
Asimismo, anunció que los depósitos de armas libios "se abrirán inmediatamente para armar a la población".
"El pueblo libio llama a los pueblos de las naciones árabe e islámica, así como a los de Latinoamérica, Asia y Àfrica a apoyar a los héroes del pueblo libio", aseveró.
Desde Brasilia, el presidente Barack Obama declaró que esta operación militar "no es algo que Estados Unidos o nuestros aliados hayamos buscado".
"No podemos quedarnos quietos cuando un tirano le dice a su pueblo que no tendrá piedad", subrayó.
El primer ministro británico, David Cameron, consideró que la acción militar "es necesaria" y "es legal porque tenemos el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU (...), y es justa porque creemos que no podemos quedarnos al margen mientras este dictador masacra a su propio pueblo".
El presidente francés Nicolás Sarkozy, recordó que se había advertido a Gadafi de que "sin un alto el fuego inmediato recurriríamos a medios militares" y el líder libio "ha menospreciado esta advertencia" y "ha intensificado" su ofensiva, aunque "es todavía tiempo" para que cumpla con todos los requerimientos de la comunidad internacional.
Según un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores de Libia, su país ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
"Libia, como un Estado independiente y miembro de las Naciones Unidas, ha pedido la celebración de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU tras la agresión de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos en su contra", afirma el comunicado.
"Se trata de una agresión que amenaza la paz y la seguridad internacionales", agrega y asegura que se han registrado víctimas civiles y daños en hospitales.
El régimen de Gadafi decidió dejar de cooperar con Europa en la lucha contra la emigración ilegal, según anunció una fuente responsable de seguridad a la agencia oficial libia Jana.
"Libia no se considera de ahora en adelante responsable de la emigración clandestina hacia Europa", afirmó la fuente no identificada a la agencia oficial.
Según el vicealmirante William Gortney, director del Personal Conjunto en el Pentágono, la operación "Odisea del amanecer" busca por un lado impedir que las tropas libias puedan atacar a la población, en particular en las cercanías de Bengasi, bastión de los rebeldes que luchan contra Gadafi, y por otro, neutralizar las defensas antiaéreas libias de modo que se pueda poner en práctica la zona de exclusión aérea.
Esto se ejecutará "de manera multifase", explicó el militar, que no pudo precisar cuánto tiempo será necesario para completar la primera fase de la operación.
Los primeros objetivos de la coalición se encuentran en la costa del golfo de Sirte y, a partir de ahí, se irá profundizando en el país, para progresar en dirección este-oeste y "despejar el territorio" para permitir la imposición de la zona de exclusión aérea.