El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acudió hoy a la vista preliminar del proceso por el caso Mediatrade, que se celebra en Milán, en la que supone su primera comparecencia ante un juez desde 2003.
Berlusconi, investigado por un supuesto delito de fraude fiscal y apropiación indebida, llegó al juzgado para tomar parte en la audiencia preliminar, que se celebrará a puerta cerrada.
Antes de su llegada al Tribunal de Milán, Berlusconi calificó las acusaciones que pesan sobre él de «ridículas e infundadas», en declaraciones a un programa del canal de televisión «Canale 5», de su propiedad.
El jefe del Gobierno italiano manifestó que es el hombre «más imputado de la historia y del universo», al tiempo que subrayó que ha habido más de 2.500 audiencias en su contra y contra su grupo empresarial y más de mil magistrados que «se han ocupado» de él «sin éxito».
En un nuevo ataque contra los jueces, Berlusconi aseguró que «continúan sabiendo que no pueden llegar a una condena», pero se las arreglan para que «aparezca» en todos los periódicos, y le «enfangan» y le hacen «perder mucho dinero y tiempo».
Asimismo, agregó que el proceso Mediatrade es un nuevo intento para «eliminar el mayor obstáculo que tiene la izquierda para llegar al poder».
En este proceso, se investiga si el grupo Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi, compró a través de su filial Mediatrade los derechos de películas a un mayorista estadounidense mediante el intermediario, Frank Agrama, y su empresa Wiltshire, para aumentar después los precios y permitir con su recompra evadir dinero al fisco.
Sobre los hechos bajo investigación, Berlusconi aseguró que «no ha habido un solo dólar» que haya pasado de su bolsillo a Agrama y afirmó que conoció a este intermediario en los años ochenta y que tan solo coincidió con él en dos ocasiones.
«Las acusaciones se remontan al inicio de los noventa (...). Desde que entré en política en enero de 1994 me alejé de las empresas que fundé. Los derechos de televisión eran adquiridos por una sección de Mediaset y después pasaba a la oficina de compras los filmes para comprar», refirió el mandatario, quien reiteró que jamás se ocupó de este ámbito.
Esta es la primera vez que Berlusconi comparece ante el juez, en un caso por el que está investigado, desde hace ocho años, cuando en junio de 2003 el mandatario declaró ante los magistrados en el caso SME, en el que estaba acusado de corrupción a jueces, cargo del que fue absuelto en 2008.
Es también la primera vez que comparece ante un juez desde que el Tribunal Constitucional invalidó, el pasado enero, la ley del legítimo impedimento, que le permitía ausentarse de las vistas alegando compromisos institucionales y al que se había acogido en reiteradas ocasiones para no acudir a las audiencias de los tres procesos que tenía pendientes hasta ese momento.
Y es que Berlusconi no ha acudido ni a la vista de reanudación del juicio en el que está imputado por fraude fiscal por el caso Mediaset, siendo declarado «en rebeldía» por los jueces, ni a las dos vistas fijadas por el caso Mills, en el que se le acusa de corrupción judicial.
A los procesos a los que deberá hacer frente Berlusconi se sumó el pasado 15 de febrero el juicio por el caso Ruby, en el que Berlusconi está imputado por dos supuestos delitos: abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, y que comenzará a partir del 6 de abril con procedimiento inmediato.