La mujer que acusó de abuso sexual al exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss Kahn, confesó sentirse dolida por aquellos que dijeron que era una «prostituta» y lamentó que en pocas horas pasó de víctima a acusada.
Nissatou Diallo, de 32 años, rompió su silencio en una extensa entrevista con la revista Newsweek porque, según dijo, quería corregir el retrato equivocado que habían hecho de ella los medios.
«Por su culpa me llaman prostituta», lamenta, «quiero que vaya a la cárcel. Quiero que sepa que hay algunos sitios en los que uno no puede usar su poder, no puede usar su dinero».
La inmigrante guineana cuenta en la revista que fue agredida cuando trabajaba como empleada de limpieza en un hotel de Nueva York.
Según su relato, después de preguntar si había alguien y no obtener respuesta, entró a limpiar una habitación que creía que estaba vacía, cuando apareció Strauss Kahn desnudo y se dirigió hacia ella.
Empujón a la cama
Diallo pidió disculpas y se apresuró a marcharse, pero Strauss Kahn, según su versión de los hechos, intentó agarrarle los pechos, le bloqueó el paso y la empujó hacia la cama.
La mujer trató de disuadir a Strauss Kahn diciendo que estaba su supervisor en la puerta, pero «el hombre me dijo que no había nadie fuera y nadie iba a escuchar».
La joven detalla cómo le obligó a mantener sexo oral mientras la agarraba tan fuerte que le dejó marcas en el cuerpo y le causó un desgarro parcial de un ligamento en el hombro izquierdo, según el informe médico. En repetidas ocasiones dice que temía perder su trabajo y no sabía qué hacer. Finalmente se lo contó a su supervisor y se llamó desde el hotel a la policía. Diallo asegura que no sabía quién era aquel hombre hasta que lo vio en las noticias.