El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo ayer que no piensa dimitir ante las insistentes afirmaciones sobre su marcha y el continuo abandono de diputados de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL). En una conversación telefónica con su diario afín «Libero» un día antes de que su Gobierno presente las cuentas del Estado de 2010 en el Parlamento para su votación, el jefe del Ejecutivo italiano calificó de faltos «de cualquier fundamento» los rumores sobre una posible dimisión.
Afirmó, además, que tiene intención de someter próximamente a una cuestión de confianza. «Mañana (hoy) se votan las Cuentas del Estado (de 2010) en la Cámara (Baja), entonces plantearé una cuestión de confianza sobre la carta presentada ante la UE y al BCE. Quiero ver a la cara quién intenta traicionarme», sentenció Berlusconi.
La alusión de Berlusconi a la posible «traición» de la que puede ser objeto se refiere a los últimos abandonos de diputados del PDL, que han decidido pasarse a la oposición por su desacuerdo con la forma en que está abordando las reformas económicas que le exigen los socios comunitarios.
Prensa y Bolsa
El desmentido llega después de que ayer diarios cercanos a Berlusconi, entre ellos el propio «Libero» anunciaran la dimisión inminente de Berlusconi. El director de uno de ellos, «Il Foglio», Giuliano Ferrara, había incluso afirmado en la edición digital de su diario que la dimisión era «cuestión de horas».
La delicada situación política que atraviesa el país ha tenido repercusión en la economía. La prima de riesgo de Italia alcanzó ayer los 490 puntos básicos, lo que supone un nuevo récord desde la creación del euro. Además, el tipo de interés de estos bonos también registró un nuevo máximo histórico, al llegar a situarse en el 6,66%. Cifras con las que se decidió el rescate de Portugal y Grecia.
La Bolsa de Milán, que empezó con pérdidas se dio la vuelta debido a los rumores sobre una posible dimisión de Berlusconi.