La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunciaron hoy que el pacto fiscal en la Unión Europea (UE) podría firmarse en marzo y que el acuerdo para fijar un freno a la deuda podría adelantarse a enero.
Tras una reunión de dos horas en Berlín, ambos subrayaron la importancia de mejorar la eficiencia de los mecanismos anticrisis de la UE y de reducir la deuda soberana sin descuidar el crecimiento y el empleo, a la vez que advirtieron a Grecia de que debe cumplir con sus «obligaciones» para seguir recibiendo ayudas.
Merkel afirmó que las negociaciones para alcanzar el pacto fiscal «avanzan a buen ritmo» y que hay «muchas posibilidades» de que en la cumbre de la UE prevista para finales de mes se apruebe ya la medida que limite legalmente el endeudamiento estatal.
El presidente francés destacó que Berlín y París comparten el «mismo análisis» de la actual situación: que se ha de reducir drásticamente la deuda pública, pero que es una «absoluta prioridad» el fomento del crecimiento y el empleo.
En este sentido, Merkel aseguró que el crecimiento y la creación de puestos de trabajo es el «segundo pilar» de la recuperación, junto con la consolidación fiscal, y anunció un estudio comunitario para analizar los distintos mercados laborales de la UE y las medidas exitosas que se han tomado en ellos.
En cuanto a la situación de Grecia, ambos líderes insistieron en su deseo de que el país heleno continúe perteneciendo a la eurozona, pero exhortaron a Atenas a cumplir con sus compromisos.
«Queremos que Grecia permanezca en la eurozona. Sin embargo, Atenas debe también cumplir con sus obligaciones para con la 'troika' conformada con la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)», dijo Merkel en un tono más severo de lo habitual.
La canciller instó al Ejecutivo heleno a «acelerar» sus negociaciones con el sector financiero privado para acordar la quita «voluntaria» y agregó que sin una solución a este respecto no se pagará el siguiente tramo del primer rescate.
«Si no, no será posible el pago del siguiente tramo para Grecia», amenazó.
Merkel y Sarkozy informaron asimismo de su deseo de hacer «más eficientes» y «más flexibles» los mecanismos financieros para ayudar a los países con problemas.
«Alemania y Francia, en contacto con los demás países, están dispuestos a estudiar cómo acelerar sus contribuciones» al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el instrumento permanente que empezará a funcionar a mediados de este año, indicó la jefa del Gobierno alemán.
Además, afirmó que el eje franco-alemán está estudiando dotar de más atribuciones al temporal Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), para que, entre otras cuestiones, pueda «intervenir en el mercado primario» de deuda.
Sarkozy, por su parte, insistió en la necesidad de introducir un impuesto a las transacciones financieras lo antes posible, algo que sentaría un «buen precedente» y añadiría presión a nivel global, aunque sea de forma unilateral ante la imposibilidad de alcanzar un consenso en la UE por la negativa de Reino Unido.
A este respecto, la canciller replicó que la propuesta francesa es una «buena iniciativa» en la que Alemania va a seguir negociando con todos los miembros de la UE «hasta marzo», porque sería «mejor» un pacto en el que estuviesen presentes los 27.
«Personalmente, podemos imaginarnos un impuesto de ese tipo en la eurozona», señaló Merkel.
La reunión se enmarca dentro de la nueva ronda de contactos que ha emprendido con la llegada del nuevo año Merkel y que tiene como objetivo preparar el terreno para el encuentro de líderes de la UE previsto para el próximo 30 de enero.
La canciller se entrevistará mañana con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en donde abordarán la situación de Grecia; y el miércoles con el primer ministro italiano, Mario Monti, con quien estudiará la situación de la tercera mayor economía de la eurozona.
Además, Sarkozy, Merkel y Monti tienen previsto entrevistarse el próximo 20 en Roma.