La zona euro se acercó a la recesión en el cuarto trimestre de 2011, cuando su PIB se contrajo un 0,3% y Bélgica, Italia y Holanda entraron en ese escenario económico sumándose a las rescatadas Grecia y Portugal, anunció ayer Eurostat, la oficina estadística de la UE. El producto interior bruto (PIB) de la zona euro cayó cuatro décimas en el último trimestre frente a los tres meses anteriores, período en el que su crecimiento fue prácticamente nulo pero aún positivo con un avance del 0,1%, según los datos divulgados por Eurostat. En el del conjunto de la Unión Europea, el PIB se contrajo igualmente un 0,3%, lo que supone una caída de seis décimas respecto al tercer trimestre de 2011. En términos interanuales, la actividad económica de los 17 países de la moneda común registró un repunte del 0,7% y la de los Veintisiete un alza del 0,9%, con lo que el PIB de la zona euro creció en el conjunto de 2011 un 1,5% y el de la UE un 1,6%.
Toda la UE
El portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, recalcó que la contracción de la actividad económica afecta a toda la UE y no solo a la eurozona, y subrayó que la crisis de la deuda no es solamente una crisis de los 17 sino de los Veintisiete, dado que se trata de un «fenómeno extendido» en todo el bloque. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, dijo a finales de enero que «varios factores apuntan a una recesión moderada, al menos durante el primer semestre del año», y que «una vuelta a la recuperación y a un posible crecimiento quedará probablemente pospuesta hasta la segunda mitad del año».
Las estadísticas revelan que Bélgica, Italia y Holanda entraron en recesión en el cuarto trimestre al registrar dos trimestres consecutivos de caídas del PIB, mientras que Portugal, que ya se encontraba en esta situación, empeoraba sus datos, al contraerse su economía un 1,3% frente a la caída del 0,6% del tercer trimestre.