En medio de una visita a Afganistán del secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, los talibanes afganos anunciaron ayer que suspenden el diálogo con EEUU que habían iniciado a principios de año a través de una oficina en Catar.
Los insurgentes atribuyeron «la responsabilidad» del fracaso de las negociaciones a «la postura tambaleante, errática e imprecisa» de EEUU, al que acusaron de no implementar iniciativas para favorecer un clima de diálogo como un intercambio de prisioneros.
«El Emirato Islámico -como se autodenominan los talibanes- ha decidido suspender todas las conversaciones con los norteamericanos hasta que aclaren su posición y muestren disposición a cumplir sus promesas», dijeron los integristas en un comunicado colgado en su página web.
«Propaganda infundada»
Los insurgentes criticaron que los estadounidenses hayan iniciado «una campaña de propaganda infundada» en su contra, e hicieron un llamamiento a la comunidad internacional a apoyar a su movimiento para expulsar a las fuerzas invasoras de Afganistán.
EEUU «continuará apoyando el proceso» de reconciliación en Afganistán y su estrategia no cambiará pese al anuncio de los talibanes sobre la ruptura de negociaciones, aseguró la Casa Blanca. Su portavoz, Jay Carney, insistió en que los talibanes saben cuáles son las condiciones que el Gobierno estadounidense ha establecido para lograr el diálogo de reconciliación. «Apoyamos un proceso dirigido por los afganos hacia la reconciliación. No hay una resolución probable del conflicto en Afganistán sin una resolución política», añadió.