El Gobierno francés adoptó ayer por decreto el adelanto en dos años de la edad de jubilación para aquellos que comenzaron a trabajar más jóvenes, una medida del programa electoral del presidente del país, François Hollande, tomada a cuatro días de la primera vuelta de los comicios legislativos del próximo domingo.
El decreto aprobado en Consejo de Ministros revisa la reforma de las pensiones adoptada por el anterior Ejecutivo del conservador Nicolas Sarkozy y permite jubilarse con 60 años a quienes hayan cotizado al menos 41.
«Es una medida de justicia», afirmó la ministra francesa de Asuntos Sociales, Marisol Touraine, que justificó la urgencia con la que se ha adoptado en el hecho de que era uno de los compromisos de Hollande de la pasada campaña para las presidenciales.
Uno de noviembre
Pero lo cierto es que el Ejecutivo informó de un decreto que no entrará en vigor hasta el próximo 1 de noviembre y lo hizo en su última reunión antes de que los franceses tengan que volver a las urnas, esta vez para reformar la Asamblea Nacional.
El Partido Socialista considera vital esa cita, en la que espera tener una mayoría suficiente para que el legislativo pueda aprobar las reformas preconizadas por Hollande. Por el momento, con el decreto adoptado, el Gobierno cumple una de las promesas del presidente y lo hace con el apoyo de los sindicatos y en medio de las críticas de la patronal y de la oposición conservadora.
El Gobierno considera que la medida no desviará el déficit del Estado y que su financiación se hará con una ligera subida de las cotizaciones para las pensiones, del 0,1 % para los asalariados y de otro tanto para las empresas.
Dos euros más al mes para una pensión de 1.600 euros el año próximo y cinco en 2017, calcula el Ejecutivo, que considera que la medida costará 1.200 millones de euros y afectará a uno de cada cinco trabajadores, entre 110.000 y 120.000 a partir del año próximo.
Hasta ahora, sólo los asalariados que comenzaron a trabajar con 17 años podían jubilarse con 60 años, siempre y cuando hubieran cotizado los trimestres necesarios.
El decreto extiende la medida a aquellos que entraron en el mercado laboral con 18 y 19 años. Además, a petición de los sindicatos, el Ejecutivo decidió beneficiar especialmente a las madres y los parados, que podrán incluir como cotizados dos trimestres de no actividad o de baja por maternidad.
El decreto aprobado no pone en entredicho el retraso de la edad de jubilación adoptado por Sarkozy en 2010 y que situaba la edad mínima en los 62 años.