Los líderes de la UE quieren crear una nueva arquitectura europea basada en una unión bancaria, fiscal y política en la que habrá más solidaridad a cambio de menos soberanía, un supervisor bancario europeo, un Tesoro del euro, eurobonos, vetos a presupuestos y límites a la emisión de deuda.
Éstas son algunas de las ideas reflejadas en el informe para la cumbre europea del jueves y viernes que ha elaborado el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en colaboración con los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y que será la base de las deliberaciones de los jefes de Estado y de Gobierno en la cita.
Cuatro pilares
El documento propone cuatro pilares sobre los que los líderes seguirán trabajando más allá de la cumbre, de la que debe salir un consenso sobre una futura Unión Económica y Monetaria totalmente diferente.
En la cumbre europea informal de octubre habrá un informe intermedio y en la de diciembre propuestas detalladas para avanzar «por etapas hacia una verdadera Unión Económica y Monetaria». Se trata de crear un marco financiero integrado, es decir una unión bancaria; de promover un marco presupuestario integrado, equivalente a la unión fiscal.
Asimismo, el informe incluye la necesidad de impulsar un marco de política económica común, y de fortalecer la legitimidad democrática y la rendición de cuentas para la toma de decisiones a nivel europeo (para compensar la pérdida de soberanía nacional, en lo que sería la unión política).