Las detenciones de al menos siete disidentes, entre ellos el psicólogo y periodista independiente Guillermo Fariñas, empañaron ayer el funeral y entierro en La Habana de Oswaldo Payá, un referente de la oposición interna por su activismo en favor de una transición democrática en Cuba. Los restos mortales de Payá, fallecido a los 60 años el domingo en un accidente de tráfico, recibieron sepultura en el Cementerio de Colón de La Habana tras un funeral oficiado por el cardenal Jaime Ortega, máxima autoridad católica en la isla, en la parroquia que solía frecuentar el disidente.
Al finalizar el acto religioso y cuando el cortejo se encaminaba al camposanto, algunos disidentes fueron detenidos en los alrededores del templo y trasladados a dependencias policiales, según denunció la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) que lidera Elizardo Sánchez. Entre los arrestados figuran además de Fariñas, Antonio González Rodríguez, su esposa Ailer, Julio Aleaga, Ricardo Medina o Pavel Herrera, dijo Sánchez.
En el Cementerio de Colón, donde no se registraron incidentes, más de 300 personas, entre familiares, amigos, opositores y algunos diplomáticos, dieron su último adiós y brindaron una ovación a Payá, que fue sepultado en una bóveda familiar. Su viuda, Ofelia Acevedo, agradeció allí la compañía y colaboración de «los hermanos de la oposición» y garantizó que la lucha de su marido y las propuestas democráticas que plasmó en documentos como el famoso «Proyecto Varela» darán su fruto y suponen una «base común» para la disidencia.