El Papa proclamó ayer «Doctores de la Iglesia» al español Juan de Ávila y a la alemana Hildegarda de Bingen, en la misa de apertura del Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización, en la que resaltó la figura de ambos santos, de los que dijo son «figuras luminosas, para admirar».
A la misa asistieron 62 prelados españoles, encabezados por el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, venidos expresamente para la proclamación y algunos para el Sínodo.
Juan de Ávila e Hildegarda de Bingen pasan a formar parte del exclusivo grupo de «Doctores de la Iglesia Universal». En los dos mil años de historia de la misma, sólo 35 santos forman parte de este reducido grupo.
Teresa de Jesús
Juan de Ávila, patrón del clero español, se une a otros grandes doctores de la Iglesia nacidos en España, como San Isidoro de Sevilla (560-636), Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz (1542-1591).
Catalina de Siena, Teresa de Lisieux, Agustín de Hipona, Ambrosio de Milán, Gregorio Magno, Juan Crisostomo, Tomás de Aquino, Bernardo de Claraval, Francisco de Sales y Antonio de Padua son otros santos a los que los papas les otorgaron el título de «Doctor de la Iglesia Universal» por su erudición y por considerarlos maestros de fe para los fieles de todos los tiempos.
La proclamación se produjo a las diez de la mañana local (08.00 gmt), al comienzo de la misa solemne celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano y ante la presencia de decenas de miles de personas, entre ellas varios miles de españoles venidos de Almodóvar del Campo, Montilla y Baeza, las ciudades españolas donde nació, murió y ejerció gran parte de su labor Juan de Ávila.