La Policía griega ha empleado gases lacrimógenos contra algunos manifestantes que han comenzado a lanzar piedras y otros proyectiles en el centro de Atenas, donde miles de personas se han congregado para protestar contra la visita de la canciller alemana, Angela Merkel.
Previamente, agentes antidisturbios griegos han empleado granadas aturdidoras y aerosoles de pimienta para repeler a los miles de manifestantes, desafiando la prohibición de las autoridades de manifestarse en el centro de la capital, se han congregado en la plaza Sintagma, junto al Parlamento.
Los manifestantes han tratado de romper el cordón de seguridad y llegar al lugar en el que Merkel se encontraba reunida con el primer ministro griego, Antonis Samaras, a unos cientos de metros de la plaza Sintagma.
La Policía ha detenido a decenas de manifestantes en la que reconoce que ha sido una de las mayores manifestaciones en meses en el país. Las autoridades han desplegado 6.000 agentes para velar por la seguridad de la canciller alemana durante las escasas seis horas que durará su visita, la primera en tres años desde que estalló la crisis de deuda en Grecia.
Según el diario 'Kathimerini', el sindicato ADEDY, uno de los organizadores de la protesta, ha cifrado en unos 80.000 los manifestantes en el centro de la capital. De acuerdo con este periódico, los detenidos serían unos 40.
Merkel: « A otros países con problemas les ha llevado décadas levantarse»
La canciller alemana, Angela Merkel, ha reconocido los avances realizados por Grecia para hacer frente a los desafíos de su economía, pero ha recordado que no va a superarlos «de la noche a la mañana» y que a otros países que han tenido problemas «les ha llevado décadas levantarse».
En una comparecencia conjunta con el primer ministro griego, Antonis Samaras, Merkel recalcó que no existe ninguna solución que sea «la panacea» y reconoció que los griegos tienen un camino por delante «duro y difícil». Aún así, confió en que el esfuerzo «va a tener su recompensa» y culminará «en el éxito».
En este sentido, recalcó que, pese a los «grandes éxitos alcanzados ya», queda «mucho por hacer» y aseguró que ambos países van a seguir colaborando de forma «cercana». A este respecto, recalcó que a un país de la eurozona le vaya bien es «de interés común» y añadió que si uno tiene problemas, «el resto se ve afectado».
Asimismo, aseguró que es consciente del periodo que están atravesando los ciudadanos griegos y del sufrimiento que están padeciendo, aunque subrayó que sin las medidas adoptadas «la situación sería mucho más dramática que ahora».
La canciller alemana incidió además en que no ha acudido a Grecia «como profesora para hacer un examen» sino como socia y amiga para expresar su apoyo a un país que está atravesando un «camino difícil». «Tenemos que ayudar a los griegos para que sus ciudadanos tengan oportunidades».
En este sentido, defendió que Alemania hará todo lo posible para que las pequeñas y medianas empresas helenas tengan acceso al crédito y para que se sepa lo antes posible a donde se van a asignar los fondo estructurales para que haya más certidumbre y credibilidad y se pueda estabilizar la situación de Grecia «lo antes posible».
Preguntada por cuando estará el informe de la 'troika' --la CE, el BCE y el FMI-- que permita desbloquear el siguiente tramo de la ayuda, la canciller incidió en que es «más importante que las cosas se hagan bien a que se hagan rápido», y remarcó que están trabajando «con todas sus fuerzas» para que llegue ese dinero que necesita la economía helena.
Continuar en el euro
Por su parte, el primer ministro griego aseguró que el pueblo heleno «esá sangrando ahora mucho», pero está determinado a que el país permanezca en la zona euro. Así, aseguró que todos aquellos que diciendo que el país «se iba a derrumbar han perdido su apuesta».
Samaras incidió en que la imagen de Grecia ha «cambiado significativamente», como demuestra la visita de Merkel, que confirma que se está acabando con el «aislamiento internacional» al que se había sometido a Grecia por los errores cometidos en el pasado y que «solo puede ser beneficiosa» para ambos países.
Asimismo, recalcó que no le gusta decir que le complacen las medidas estructurales que está adoptando Grecia para recuperar su competitividad, pero se enmarca en su esfuerzos por pasar página y cambiar la imagen que se tiene del país.
En este sentido, insistió en que el enemigo de Grecia «es la recesión» y su objetivo encontrar empleos para los jóvenes. Además, señaló que no tiene ninguna duda de que todo el mundo es consciente de los esfuerzos y de los sacrificios que está haciendo Grecia para poner fin a esta situación. «La UE ha estado de nuestro lado y seguirá a nuestro lado», agregó.