Los 115 cardenales que elegirán al nuevo papa se trasladaron hoy a la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, donde se alojarán durante los días que dure el cónclave, que comienza esta tarde.
Los purpurados, que en estos días se han alojado en congregaciones religiosas, centros de la Iglesia o en los colegios de sacerdotes de sus países en Roma, comenzaron a llegar a la residencia de Santa Marta a partir de las 7.00 horas (06.00 GMT).
La «Domus Sanctae Marthae», nombre oficial de la residencia, está a pocos metros a la derecha de la Basílica de San Pedro y es un moderno edificio de cinco plantas con 106 suites, 22 habitaciones individuales, un apartamento y numerosos salones, que hará la vida más cómoda a los purpurados, sobre todo a los más ancianos.
Las habitaciones han sido asignadas a los cardenales por sorteo, según establece la normativa vaticana.
Tras establecerse en sus habitaciones, a las 9.00 horas (08.00 GMT) los cardenales se trasladarán a la basílica de San Pedro para concelebrar la misa votiva «Pro eligendo Pontifice», previa al comienzo del cónclave.
La misa la oficia el cardenal decano, Angelo Sodano, y a la misma asistirá el Cuerpo Diplomático y todos los fieles que lo deseen.
Concluida la misa, almorzarán en Santa Marta y a las 15.15 GMT se reunirán en la capilla Paulina, del Palacio Apostólico, y en procesión se dirigirán hacia la capilla Sixtina, donde se celebrará el cónclave, recitando las letanías.
Durante los días del cónclave, los cardenales desayunarán en Santa Marta entres las 6.30 y las 7.30 horas (05.30 GMT-06.30 GMT).
A las 07.45 (06.45 GMT) se trasladarán a la capilla Paulina, donde a las 8.15 (07.15 GMT) celebrarán misa.
En la Sixtina rezarán primero las laudes de la Liturgia de la hora media e inmediatamente después comenzarán las votaciones.
La normativa vaticana establece dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde.
Después de la segunda votación de cada tanda se quemarán las papeletas y los eventuales apuntes de los cardenales usados en cada una de ellas.
Según los tiempos aproximados previstos por el Vaticano, las «fumatas», es decir el humo que anuncia al mundo si hay papa (blanco) o aún no (negro) podrán tener lugar alrededor de las 12.00 horas (11.00 GMT) y hacia las 19.00 horas (18.00 GMT), si la elección del papa no se produce durante el primer escrutinio de la mañana o de la tarde. En ese caso la «fumata» se anticipará.
La Constitución Apostólica «Universi Dominici Gregis», sobre la Sede Vacante y la elección del Romano Pontífice, prevé que mientras transcurra el cónclave los cardenales electores están obligados a no mantener correspondencia epistolar, conversaciones telefónicas o por radio con personas no autorizadas en los edificios reservados a ellos.
Tampoco recibirán la prensa diaria, ni escucharán programas radiofónicos ni verán la televisión.
Los purpurados no podrán revelar noticias directas o indirectas sobre las votaciones o lo tratado. Incluso una vez concluido el cónclave y elegido el nuevo papa, tampoco deberán contarlo, a no ser que el nuevo pontífice haya dado su aprobación.
Quien viole el secreto incurre -según la normativa vaticana- en la pena de excomunión.
El Vaticano garantizará ese aislamiento de los cardenales, así como el que no se introduzcan grabadoras u otro tipo de transmisión audiovisual en la Capilla Sixtina.
En estos días de Cónclave los turistas no podrán subir a la cúpula de la Basílica de San Pedro ni entrar en los jardines vaticanos.