El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró ayer que no tiene ningún problema en escuchar «peticiones democráticas» y dijo que se está desinformando sobre el proyecto de urbanización de un parque en Estambul, que ha generado una masiva ola de protestas en el país.
«Hay una enorme desinformación sobre (la plaza) Taksim. No tenemos problemas con peticiones democráticas. Le mostramos a la gente el proyecto antes de las elecciones. Nadie lo objetó y la gente nos votó para realizar esos proyectos», afirmó Erdogan en una conferencia en Estambul.
El mandatario turco, criticado en casa y en el extranjero por la dureza con la que se han reprimido las manifestaciones, aseguró que su Gobierno se opone a la violencia y que él mismo «está abierto de corazón a cualquiera con peticiones democráticas».
«Estamos contra el terrorismo, la violencia, el vandalismo y las acciones que amenazan a los otros en el nombre de las libertades», dijo, insistiendo en sus acusaciones de que hay elementos terroristas y violentos tras las protestas.
De hecho, llegó a denunciar que «entre los manifestantes hay quien quiere evitar un proceso para solucionar» el conflicto entre el Estado y la guerrilla kurda.
Por su parte, los 'indignados' turcos que ocupan un parque de Estambul desde hace más de una semana aseguran que no les importan las exigencias del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de que cesen su protesta, y le responden: «No nos moveremos».
El parque Gezi es el epicentro de las protestas que mantienen en vilo el país desde hace diez días.