El vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, ha expresado este martes su apoyo a la propuesta de devaluación interna planteada a España de forma teórica por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir un 10% los salarios con el objetivo de impulsar el empleo y el crecimiento de la economía.
En su último informe anual sobre España, la institución internacional llevaba a cabo una simulación en la que un gran pacto social permitiera reducir un 10% los salarios en dos años, lo que, según el modelo empleado, serviría para impulsar el crecimiento hasta en cinco puntos porcentuales y reduciría el paro en seis o siete puntos porcentuales.
«Aquellos actores que lo rechacen frontalmente cargarían sobre sus hombros con la enorme responsabilidad de los costes sociales y humanos», asegura Rehn en una entrada en su 'blog', donde critica el escepticismo con el que las autoridades recibieron la propuesta del Fondo.
«No subestimo el desafío político que representa alcanzar un amplio consenso político y social respecto a una óptima senda de ajuste», dice el político finlandés, quien se pregunta si no merecería la pena intentarlo seriamente en aras de esos millones de jóvenes españoles actualmente desempleados.
En este sentido, Rehn destaca que los últimos datos permiten albergar un «prudente optimismo» respecto a la mejoría en la tendencia en la creación de empleo en España, a pesar del efecto estacional que encierran estas cifras, que, sin embargo, «podrían marcar el tan anhelado punto de inflexión».
Así, el vicepresidente de la Comisión contrapone a las críticas recibidas por «las lumbreras de comentaristas euroescépticos y los medios» los logros alcanzados por países como Irlanda y Letonia, subryando que, de haber seguido el consejo de estos «profetas del desastre» el euro se habría desintegrado hace años.