Amnistía Internacional (AI) acusó ayer a Estados Unidos de llevar a cabo en Pakistán ataques ilegales con aviones no tripulados ( drones ) que en algunos casos pueden suponer «crímenes de guerra».
En un exhaustivo informe titulado «¿Seré yo el próximo? Ataques con drones de EEUU en Pakistán», la organización documenta decenas de matanzas en el área tribal de Waziristán, en el noroeste paquistaní, la más afectada por ese tipo de ofensivas.
AI revisó 45 ataques efectuados entre enero de 2012 y agosto de 2013 y, entre otras, constató «la falta de transparencia» del Gobierno estadounidense en torno a ese tipo de operaciones. «El secretismo que rodea sus programas de drones (también llamados «zánganos» en español) da a la Administración de Estados Unidos licencia para matar fuera del alcance de los tribunales o de los estándares básicos de la legislación internacional», declaró el investigador de Amnistía Mustafa Qadri.
«Es hora de que EEUU sea transparente sobre su programa y lleve a los responsables de las violaciones ante la Justicia», afirma en un comunicado. Amnistía señala que las víctimas de estos ataques con «zánganos», a menudo civiles inocentes, no pueden aspirar a reclamar reparación si los Estados Unidos «ni siquiera reconocen su responsabilidad por cada uno de los ataques».
En Yemen
Asímismo, Human Rights Watch publicó otro informe en el que denunció seis ataques militares de Estados Unidos «no reconocidos» contra objetivos en Yemen que clara o posiblemente violaron el derecho internacional.
En ellos murieron 82 personas, 57 de las cuales eran civiles. Uno de los incidentes ocurrió en 2009 y los otros cinco sucedieron en 2012-2013. Uno de los ataques, el 2 de septiembre de 2012, mató a los 12 pasajeros de un vehículo, entre ellos tres niños y una mujer embarazada, según Human Rights Watch.
De los seis casos estudiados, el organismo dijo que al menos cuatro fueron con aviones no tripulados que lanzaron misiles.