Estados Unidos está avisando a sus aliados internacionales de que el exanalista Edward Snowden tiene decenas de miles de documentos de alto secreto que aún no ha revelado y que pueden comprometer a todos, mientras el presidente Barack Obama ha pedido revisar la política de espionaje.
«Esperamos que más denuncias salgan a la superficie, dada la cantidad de información clasificada filtrada por el señor Snowden», indicó en una rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Esas nuevas denuncias podrían ver la luz «en las próximas semanas», anticipó la portavoz en momentos en que está creciendo el malestar, tanto en Europa como en Latinoamérica, por el espionaje de EEUU a gobiernos y mandatarios extranjeros.
Según fuentes del Gobierno citadas por The Washington Post, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, está informando a los servicios de inteligencia extranjeros sobre la posibilidad de que Snowden revele operaciones de espionaje conjuntas extremadamente delicadas.
De acuerdo con ese diario, Snowden, asilado actualmente en Rusia, tiene en su poder 30.000 documentos de la red de inteligencia JWICS, que integra las bases de datos secretas del Pentágono, el Departamento de Estado y otras agencias de seguridad y espionaje.
Mientras, la Casa Blanca está estudiando revisar sus programas actuales para recoger solo la información que necesita, no toda la que es capaz de reunir.