La cumbre de la Unión Europea (UE) cerró un acuerdo político sobre el mecanismo único de liquidación bancaria, en el que los países miembros tendrán un papel relevante en detrimento de la Comisión Europea (CE) y en el que habrá un fondo con recursos plenamente comunes a partir de 2026. Tal y como estaba previsto, el acuerdo refleja claramente las exigencias de Alemania, en el sentido de que da un mayor peso a los países miembros, limita a los bancos sistémicos la decisión de resolución a nivel europeo y dificulta el acceso al fondo común.
Por contra, Berlín ha aceptado por primera vez que haya una mutualización en 2026, un paso impensable hasta hace poco. El mecanismo único de resolución -compuesto por una autoridad de liquidación y un fondo común- comenzará a funcionar en 2016.
«Esta cumbre va a suponer un avance considerable hacia la unión bancaria», sostuvo el presidente de Francia, François Hollande, a su llegada al encuentro de líderes europeos que comienza hoy en Bruselas y que prevé ratificar el acuerdo forjado por los ministros de Economía (Ecofin).
Positivo
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, valoró, contrariamente a lo esperado, positivamente el acuerdo político alcanzado sobre el mecanismo único de liquidación bancaria, que, a su juicio, supone «un importante paso» en la construcción de la unión bancaria.
Mientras, la canciller Angela Merkel, reforzada en Alemania tras ganar las elecciones y formar gobierno, ha presionado a los líderes de la zona euro a acordar contratos vinculantes para reformar sus economías tras el pacto bancario. Asimismo, ha hecho pinza con Reino Unido para evitar crear un cuerpo militar fuera de la OTAN, como reclamaba Francia.