Dos jóvenes palestinos murieron ayer por disparos del Ejército israelí durante la operación de búsqueda de los tres estudiantes judíos desaparecidos hace una semana en Cisjordania ocupada, una actuación que tanto palestinos como israelíes califican de «castigo colectivo».
El operativo comenzó hace siete días y la falta de resultados tangibles, más allá de la detención de unas 300 personas -la mayoría adscritas a la rama civil del movimiento islamista Hamás- comienza a amenazar tanto al gobierno israelí como a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La intensidad de los registros -más de un millar según el Ejército israelí- y la cada vez mayor presencia de tropas de elite israelíes en Cisjordania desespera a la población, que acusa al presidente palestino, Mahmud Abas, de connivencia con Israel.
Aumenta la presión
Y el cada vez menor número de objetivos militares, unido a la resistencia del pacto entre Al Fatah y Hamas y la ausencia de pistas, aumenta la presión del sector radical de la derecha israelí sobre el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, al que se le exige endurecer el castigo.
El ministro palestino de Asuntos Exteriores, Riad al Malki, dijo ayer en París que Israel ha sobrepasado los límites y debe presentar pruebas de sus acusaciones acerca de que Hamás está detrás del secuestro de los tres jóvenes judíos.
En una de esas acciones falleció Mustafa Hosni Aslan, un joven de 22 años que protestaba en el campamento de refugiados de Qalandia, al este de Ramala.
Sobrepasada la medianoche, unidades especiales israelíes cercaron varias casas e irrumpieron en ellas tras haber destruido las puertas con cargas explosivas. Grupos de jóvenes lanzaron explosivos de fabricación casera, cócteles molotov y piedras contra los soldados israelíes, que respondieron con fuego real.
Fuentes médicas indicaron, por su parte, que Aslam recibió un disparo de bala en la cabeza y que murió horas después en el hospital Hadassa de Jerusalén. El Ejército israelí argumenta que los soldados abrieron fuego al considerar que sus vidas corrían peligro.
En una acción similar, perdió también la vida Mahmud Yihad Dudin, un adolescente de trece años que se resistía a los registros en la localidad de Al Dura, al sur de la ciudad palestina de Hebrón.