El enviado especial de la ONU para el Yemen, Yamal Benomar, y más de 300 personas, entre funcionarios del organismo internacional, cooperantes, representantes de empresas internacionales y sus familias, se preparan para abandonar el país árabe.
Según confirmó a Efe una fuente de la ONU, todos ellos están a bordo de tres aviones en la pista del aeropuerto internacional de Saná, y se espera que despeguen en un par de horas.
Benomar viajará primero a Adis Abeba y luego está previsto que se dirija a Egipto para participar en la cumbre árabe, que comenzó este sáabdo en la localidad de Sharm al Sheij.
Los otros dos aviones tienen como destino Yibuti, agregó la fuente.
La inminente salida de estos responsables extranjeros se produce en el marco de la escalada de la violencia en el Yemen, donde una coalición árabe -liderada por Arabia Saudí- comenzó el pasado jueves a bombardear posiciones de los rebeldes hutíes.
El propio aeropuerto de Saná ha sido blanco de los bombardeos, el último anoche, y las autoridades han tenido que reparar tres socavones producidos por estos ataques en una pista.
Benomar ha mediado en los últimos meses en la crisis entre el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el movimiento chií de los hutíes, que tomó el poder en febrero pasado.
El pasado día 22, el enviado especial advirtió del grave deterioro que ha sufrido la situación en el Yemen y aseguró que el conflicto podría desembocar en algo similar a lo que se vive en Irak, Siria y Libia.