Dos secuestradores integrantes de un supuesto grupo terrorista de extrema izquierda han sido abatidos este martes por la policía turca, y el fiscal que tomaron ha muerto a causa de sus graves heridas, informaron fuentes del hospital.
«Hemos sido pacientes durante seis horas y hemos hecho todo lo posible, pero por desgracia escuchamos disparos desde la habitación de los terroristas y la policía lanzó la operación», explicó Altinos durante una breve comparecencia ante la prensa.
En su momento el gobernador agregó que el fiscal está «herido de gravedad» y los dos presuntos terroristas han muerto en la operación. Con anterioridad varios medios turcos informaron que eran tres los secuestradores abatidos.
El fiscal al que los dos hombres armados tomaron como prisionero está siendo operado en un hospital de Estambul, sin que por el momento se conozcan más detalles.
A la confusión de los hechos contribuyó este martes un gran corte de electricidad que afectó a Estambul y el silencio informativo sobre el secuestro ordenado por las autoridades.
El fiscal Mehmet Selim Kiraz fue tomado como rehén en su despacho por dos individuos que penetraron en el Palacio de Justicia Caglayan de Estambul.
Kiraz es el fiscal encargado de investigar la muerte del joven Berkin Elvan, una de las víctimas mortales durante las manifestaciones del parque Gezi en 2013, a causa del impacto de un bote de gas.
En las redes sociales se ha difundido una foto que mostraba a alguien poniendo una pistola en la cabeza del fiscal y en una pared la bandera y simbología del ultraizquierdista Partido-Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP-C).
Antes del asalto de las fuerzas de operaciones especiales de la policía se estableció contacto con los secuestradores.
Un comunicado difundido en un sitio web cercano al grupo armado aseguraba que los secuestradores exigieron que los policías sospechosos de matar a Elvan hicieran una confesión pública.
Elvan falleció a consecuencia del impacto de un bote de gas disparado por agentes de la policía después de permanecer durante nueve meses en coma.
El chico de 14 años fue alcanzado en la cabeza en junio de 2013 por el bote de gas cuando iba a comprar el pan en un barrio de Estambul, y murió en marzo de 2014, lo que suscitó una ola de indignación en Turquía.
El fiscal Kiraz se hizo cargo de la investigación del polémico caso hace seis meses.