El expresidente del Gobierno español Felipe González llegó este lunes a Caracas sin inconvenientes para sumarse a la campaña en defensa de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, en un comienzo de su visita a Venezuela en el que no faltaron las expresiones de rechazo del chavismo.
La llegada del ex gobernante español movió los ánimos del país suramericano, dividido entre quienes le esperaban para que asistiera a los opositores presos, varios de ellos en huelga de hambre, y quienes le repudiaron por lo que consideran una «intromisión» en la política y las instituciones venezolanas.
Con gran expectación y ante decenas de medios de comunicación, González fue recibido por la esposa de Ledezma, Mitzy Capriles; la madre de López, Antonieta Mendoza, y el embajador de España en Venezuela, Antonio Pérez Hernández.
Pese a los temores a que las autoridades le pusieran algún problema en el aeropuerto, el expresidente del Gobierno explicó que entró en el país sin inconvenientes y que recibió el trato normal de un visitante.
«Todo ha ido bien como con cualquier ciudadano», dijo González, que hasta el momento no ha ofrecido los detalles de su agenda estos días en el país petrolero.
El político y abogado español se reunió enseguida durante varias horas en la casa de Antonieta Mendoza, madre de Leopoldo López, con los familiares y abogados de éste y de Ledezma para conocer los detalles de las causas de los opositores, uno acusado de promover la violencia en una protesta antigubernamental y el otro de conspirar contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Posteriormente, González visitó al alcalde Ledezma, en situación de arresto domiciliario debido a sus problemas de salud, y con quien sostuvo un encuentro «muy grato», según afirmó.
González accedió a la residencia del burgomaestre, fuertemente custodiada por funcionarios de los Servicios de Inteligencia Bolivarianos (Sebin) y la Policía Nacional Bolivarina (PNB), después de que en un primer intento no logrará entrar, según constató Efe.
El expresidente del Gobierno ya se había retirado de la zona donde vive Ledezma al no recibir la autorización de las autoridades para su visita, pero fue llamado poco después e ingresó a la residencia sin inconvenientes.
«Finalmente con autorización hicimos el encuentro, muy grato, muy cordial, y hablamos de las preocupaciones que tienen todos y lo fundamental, creo que es lo más destacable, es que (...) creemos que en Venezuela falta diálogo para resolver los problemas», dijo González en unas breves declaraciones a los periodistas a su salida de la reunión.
Este es el segundo intento de González, quien se definió como «asesor técnico externo» de los opositores, de incorporarse a la defensa de López y Ledezma, una función para la que no ha conseguido la autorización de las autoridades venezolanas.
La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ), Gladys Gutiérrez, reiteró hoy que González «no podrá ejercer como profesional del Derecho en una causa penal dentro del territorio nacional».
La magistrada dijo que el ejercicio de González como defensor «vulneraría la Ley de Abogados y la certificación de título profesional que exige la Carta Magna para ejercer dicha profesión en nuestro país», y que se requieren conocimientos que ella «no ha acreditado».
La próxima audiencia de juicio de López está prevista para el 10 de junio, mientras que la audiencia preliminar de Ledezma será «aparentemente» el 9 de junio, según adelantó a Efe la esposa del alcalde.
En la misma jornada, líderes del chavismo iniciaron una campaña de protestas para manifestar, junto a algunas decenas de partidarios, su rechazo a la llegada de Felipe González.
La actividad, promovida por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se inició poco después de la llegada de González al aeropuerto.
A través de las redes sociales, el chavismo promovió las consignas «Venezuela se respeta» y «Felipe fuera de aquí», al tiempo que llamó a concentrarse en las plazas de varias ciudades en rechazo a la visita.
«Queremos decirle al ex presidente español Felipe González que su presencia en Venezuela no es grata para el pueblo venezolano», dijo el alcalde de Guarenas, en el céntrico estado Miranda, Rodolfo Sanz, en una de las concentraciones.
La campaña ha sido respaldada por representantes del Gobierno venezolano y por la televisión estatal, que cuestionó la gestión de González durante su periodo como jefe del Ejecutivo español (1982-1996).
Maduro, por su parte, repudió hoy el «intervencionismo» en los asuntos internos del país, en una clara alusión a la llegada de González y su intención de defender a López y Ceballos, dos opositores a quienes el presidente considera «desestabilizadores» de su Gobierno.
A juicio del mandatario venezolano, la llegada de González es una actuación del eje «Bogotá-Madrid-Miami» que «actúa desesperado», enviando personajes «para legitimar su guerra contra Venezuela», y que «quieren ponerle la mano a la Patria».
González, que se alojará durante su visita en la residencia del embajador de España, se desplazó por Caracas escoltado por miembros de la seguridad de la Embajada y también por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y de la Policía Nacional Bolivariana.