El Ejército sirio se aproximó este martes a un kilómetro del estratégico pueblo de Al Qariatain, controlado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y situado al suroeste de la ciudad monumental de Palmira, en la provincia central de Homs.
«Las fuerzas armadas están avanzando desde tres lados -norte, oeste y sur- y ahora se han posicionado a un kilómetro de Al Qariatain», explicó por teléfono el gobernador de Homs, Talal al Barazi.
El responsable político destacó que la localidad está «prácticamente» rodeada y que dentro de ella quedan pocos combatientes yihadistas, porque «anoche muchos huyeron en dirección a la periferia de Damasco y al desierto».
«Creo que como muy tarde Al Qariatain caerá en nuestras manos en uno o dos días», auguró.
Fuentes militares declararon a la agencia de noticias oficial siria, SANA, que unidades castrenses recuperaron el dominio de las zonas de Al Hazm Occidental, Al Raqema, y Mazra al Yanubia, así como el monte de Dahr al Jarnubi, cerca de Al Qariatain.
Además, los soldados «eliminaron» las últimas concentraciones de combatientes del EI en el área de Mintar al Rumeili y cortaron las vías de suministros de los radicales en Al Qariatain.
El frente de guerra en la provincia central siria de Homs entre el ejército y los extremistas se ha trasladado a Al Qariatain, después de que los militares retomaran el domingo la urbe de Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que el EI retiró este martes sus combatientes del extrarradio oriental de Palmira y los ha mandado a la población de Al Sujna, ubicada al este de la ciudad monumental.
El EI conquistó Palmira y otras partes del desierto de Homs, fronterizo con Irak, en mayo pasado.
Tres meses más tarde, los yihadistas se hicieron con el dominio de Al Qariatain, donde existía una importante comunidad cristiana y donde el EI secuestró a 230 civiles siriaco-católicos durante su irrupción.
Una fuente eclesiástica, que pidió el anonimato, reveló este martes que casi todos los rehenes han sido liberados paulatinamente en los últimos meses y que tan solo quedan ahora cinco hombres en manos de los yihadistas.
La fuente apuntó que el EI ha ido poniendo en libertad a los secuestrados tras negociaciones con la Iglesia, pero no precisó si se ha pagado un rescate.
Asimismo, añadió que actualmente no quedan civiles en Al Qariatain, ya que la mayoría huyó a otras partes de Siria tras el ataque de los radicales.
«Las familias musulmanas se marcharon a áreas bajo el control de grupos islámicos en Alepo; mientras que muchos de los cristianos han huido a Jordania», indicó.
La fuente precisó que en Al Qariatain residían unas 350 familias cristianas y 3.000 musulmanas, «no es tan grande como Palmira».
Desde la toma de Al Qariatain, donde la presencia cristiana es antigua y se remonta a varios siglos, los extremistas han destruido un monasterio y dos iglesias, señaló la fuente.
Al Barazi confirmó que apenas quedan civiles en Al Qariatain, «como mucho setenta y todos ellos ancianos», según los datos conseguidos través de los vecinos que escaparon de los yihadistas.
Para las autoridades, este enclave es importante desde el punto de vista geográfico y económico.
«Por su localización, Al Qariatain sirve de enlace entre el este de Homs y Palmira con la periferia norte de Damasco -dijo Al Barazi-. Está también cerca de las montañas de Al Qalamún Oriental, desde donde el 'Dáesh' intentó atacar el extrarradio de la capital».
En el aspecto económico, «la importancia de Al Qariatain radica en que por él pasan dos líneas de gas que alimentan las centrales eléctricas de Al Nasiriya y de Deir Ali», agregó.
La ofensiva contra el EI en el este de Homs se desarrolla en medio de un alto el fuego, iniciado el 27 de febrero y todavía vigente, entre el Gobierno sirio y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), la principal alianza opositora, del que los yihadistas están excluidos.
En la última semana, las operaciones contra los extremistas se han intensificado en Siria e Irak, donde el EI proclamó un califato a finales de junio de 2014, tras los atentados reivindicados por este grupo del pasado día 22 en Bruselas, que causaron una treintena de muertos y más de 300 heridos.