Con 78 años y tras casi cuatro décadas en el corredor de la muerte de Texas, falleció este viernes por causas naturales el reo Jack Harry Smith, condenado por asesinar al cajero de un supermercado en 1978.
Smith entró a la cárcel por primera vez en 1955 por varios robos, un atraco en 1957 le costó una condena de cadena perpetua aunque en 1977 salió en libertado condicional tras un intento frustrado de fuga en 1963.
No había disfrutado ni un año de libertad cuando mató en 1978 al cajero de un supermercado en Pasadena, cerca de Houston.
Durante sus 37 años y medio en el corredor de la muerte, Smith ha visto como Texas ejecutaba a 537 de sus compañeros. Además, tan solo tres de los 250 presos que quedan condenados a muerte llevan más tiempo que él encerrados.
Smith había agotado todos sus recursos y no había nada que impidiera a Texas ejecutarlo.
Hacía años que sufría de una débil salud y la semana pasada fue trasladado de su celda a una clínica del Departamento de Justicia Criminal de Texas, donde murió,