El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, intentó este miércoles, sin éxito, visitar al dirigente opositor venezolano Leopoldo López, preso en una cárcel cercana a Caracas donde cumple una condena de casi 14 años por delitos relacionados con la violencia generada tras una protesta.
«A Leopoldo López se le está aislando porque solo pueden ir sus familiares en unas condiciones determinadas y en este caso siendo cargo público de un país o perteneciendo a cualquier otra institución no podemos visitarle», dijo Rivera a los periodistas desde las puertas de la cárcel.
Esta fue la última actividad de Rivera en su visita a Venezuela antes de partir de regreso a España.
Rivera indicó que la familia de López lo ha puesto al tanto de «lo que ha sufrido» y sufre el dirigente encarcelado y señaló que «por fortuna» ayer logró conversar telefónicamente con él.
«Por suerte también tiene una cabeza fuerte, un cuerpo fuerte y tiene muchas ganas de salir y de poder levantar este país entre todos», dijo Rivera.
Rivera informó de que López, líder del partido Voluntad Popular (VP), le dijo durante la conversación telefónica que estaba al corriente del apoyo que le ha brindado y «de la labor» que está haciendo España que agradeció.
«Estoy convencido de que veremos a Leopoldo fuera de la cárcel (...) y para nosotros no es solo un aliado de la democracia sino un amigo y por tanto me lo voy a tomar como tal», afirmó Rivera.
«Le dije a Leopoldo que le voy a conocer tarde o temprano», subrayó.
Comentó que hoy pudo ponerse en contacto con familiares de políticos presos, «literalmente derramando lágrimas de dignidad porque no pueden ver a sus familiares o porque les tienen maltratados».
«Me llevo mucha energía y mucha dignidad de los familiares de los presos políticos de la oposición democrática de este país», señaló Rivera.
Lilian Tintori, esposa de López, que acompañó a Rivera a la prisión de Ramo Verde, donde está encarcelado, dijo por su parte que su marido está «aislado en solitario en esta cárcel militar» y es sometido a un trato «inhumano, de tortura, degradante».
«Hoy un diputado español no lo puede ver, no lo puede saludar, no le puede prestar solidaridad desde el pueblo español, gracias a España por estar aquí con nosotros», dijo Tintori, que agregó: «Sigan de cerca porque va a llegar la hora de la libertad».