Time Warner, que lleva siete años desprendiéndose de distintas compañías del conglomerado, quedará finalmente en manos del grupo de telecomunicaciones AT&T, que aceptó este sábado pagar 79.000 millones de euros por la firma, sin incluir deuda asumida.
El acuerdo fue anunciado por AT&T y Time Warner en un comunicado conjunto, que pone fin a una serie de informaciones que venían filtrándose desde el viernes y que habían puesto en alerta a los mercados bursátiles.
Se trata de la fusión mayor que se anuncia este año, y los expertos no descartan que pueda abrir el paso a otras operaciones, aunque será difícil que se llegue a corto plazo a los montos anunciados este sábado.
De acuerdo con el comunicado conjunto, AT&T, el mayor grupo del sector en Estados Unidos, pagará 107,50 dólares por cada título de Time Warner, lo que valora la compañía en 85.400 millones de dólares.
Pero el monto es mayor si se considera la deuda de Time Warner que asume el comprador, lo que elevaría la cuantía a 108.700 millones de dólares (100.600 millones de euros), aunque puede haber una renegociación en algunos de los términos de esos compromisos de deuda. Cada accionista de Time Warner recibirá en efectivo la mitad del valor de cada título que posea y el resto en acciones de AT&T.
Este grupo de telecomunicaciones, con tres décadas de existencia, tiene una capitalización bursátil de unos 233.000 millones de dólares, un poco menos que el principal grupo bancario de Estados Unidos, JP Morgan Chase.
Se trata del paso más importante que acomete en los últimos años AT&T y que sigue a su decisión, en 2014, de comprar el proveedor de televisión por satélite DirecTV por 49.000 millones de dólares, lo que le convirtió en líder mundial en televisión de pago.
Para Time Warner, en cambio, representa en final de una serie de operaciones que han ido mermando el poder de ese grupo desde 2009, en un proceso llevado a cabo en medio de una fuerte crisis en el sector.
Fue en 2009 cuando Time Warner se desprendió de la distribuidora de cable Time Warner Cable y ese mismo año anunció su separación de la firma AOL, que llegó a marcar una época en los orígenes de internet en Estados Unidos. Y en 2014 anunció que se desprendía también de la firma Time Inc., editora de la revista del mismo nombre.
Pero ahora aporta a la fusión, entre otras marcas, las cadenas de televisión CNN y TNT, los canales HBO y TBS y los estudios Warner Bros, además de derechos televisivos en importantes acontecimientos deportivos.
El precio de 107,50 dólares por cada acción de Time Warner está por encima de los 80 dólares en los que estaban los títulos de esa compañía antes de que comenzaran a filtrarse las informaciones sobre las negociaciones entre los empresarios de los dos grupos.
Al cierre del viernes en Wall Street, los títulos de Time Warner terminaron con un avance del 7,82 %, mientras que los de AT&T perdieron un 3 %, en el lógico retroceso del valor de los títulos de la firma compradora en operaciones como la anunciada este sábado.
«Tenemos la intención de dar a los clientes una selección inigualable, calidad, valor y experiencias que definan el futuro de los medios las telecomunicaciones», afirmó el presidente de AT&T, Randall Stpehenson.
Por su parte, el máximo directivo de Time Warner, Jeff Bewkes, coincidió en que la operación es «un paso natural entre dos empresas con grandes legados de innovación».
En su comunicado, AT&T anuncia que el acuerdo está pendiente de ser aprobado por los accionistas de la compañía y de la revisión por parte de las autoridades reguladoras. De momento, sin embargo, han comenzado a surgir reservas sobre el acuerdo.
En un mitin en el que participó este sábado, el candidato presidencial republicano, Donald Trump, aseguró que, de llegar a la Casa Blanca tras las elecciones del 8 de noviembre, intentará bloquear el acuerdo. «Acuerdos como éste destruyen la democracia», afirmó el magnate neoyorquino.