Tras ocho años como presidente de los Estados Unidos, Barack Obama ha ofrecido este martes su discurso de despedida. El momento más emotivo ha sido, sin duda, es cuando ha mencionado a su mujer Michelle.
«Michelle LaVaughn Robinson, la chica del sur [de Chicago], durante los últimos 25 años no solo has sido mi esposa y la madre de mis hijas, sino también mi mejor amiga. Has llevado a cabo un papel que no pediste y te adecuaste a él con estilo y buen humor. Has hecho que la Casa Blanca pertenezca a todos y una nueva generación mira un horizonte más amplio porque te tiene como modelo a seguir. Me haces sentir orgulloso y a este país también», dijo Obama visiblemente emocionado.
Habló también con orgullo de sus dos hijas, Malia y Sasha, y de su vicepresidente, Joseph Biden, en quien ha ganado «un hermano», contó que elegirlo como su número dos fue la primera decisión que tomó como candidato demócrata a la Casa Blanca en 2008 y «la mejor».
Con la única ausencia de Sasha, que se quedó en Washington estudiando para un examen, según la Casa Blanca, Michelle, una Malia visiblemente emocionada, Biden y su mujer, Jill, arroparon a Obama en el escenario cuando el discurso terminó.