Al menos dos personas han muerto y varias han resultado heridas a causa de los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes que se han producido en el marco de las marchas opositoras celebradas este miércoles en Venezuela para exigir un adelanto electoral que acabe con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Miles de simpatizantes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se han movilizado desde 26 puntos de Caracas para llegar hasta la sede central de la Defensoría del Pueblo, ubicada en el municipio capitalino de Libertador, gobernado por el 'chavista' Jorge Rodríguez, que estos días había advertido de que impediría cualquier acto opositor en su jurisdicción.
Agentes de la Guardia y la Policía Nacional Bolivariana (GNB y PNB) han cortado el paso a los manifestantes en los accesos a Libertador pero éstos han insistido en marchar hacia la Defensoría del Pueblo, lo que ha desatado nuevos choques en los que las fuerzas de seguridad han empleado gases lacrimógenos.
Los peores incidentes se han vivido en el distrito caraqueño de San Bernardino. De acuerdo con testigos consultados por el diario venezolano 'El Universal', un grupo de diez hombres montados en motos han lanzado bombas lacrimógenas y uno ha aprovechado la confusión para abrir fuego.
Como consecuencia de ello, Carlos José Moreno Barón, de 17 años, ha recibido un disparo en la cabeza por el que ha sido trasladado de urgencia al Hospital de Clínicas Caracas, donde le han operado y finalmente ha muerto, según han informado su madre en Twitter y diversas fuentes opositoras citadas por los medios de comunicación locales.
El gobernador del estado venezolano de Miranda, el líder opositor Henrique Capriles, ha acusado de la muerte de Barón a grupos armados «al margen de la ley» que el Gobierno habría desplegado para reprimir la protesta. «La Fuerza Armada no es (Vladimir) Padrino López, quien decidió ponerse del lado de un Gobierno corrupto», ha dicho en alusión al ministro de Defensa.
El Ministerio Público ya ha designado un fiscal para investigar esta muerte. La Fiscalía también investiga las lesiones a Carmelina Carrillo, que ha sufrido un traumatismo craneoencefálico en Candelaria (Caracas), y Antonio Suárez, con lesiones en la mano y en el glúteo por los perdigones lanzados en San Bernardino.
Ya fuera de Caracas, en San Cristóbal, tradicional bastión opositor, una joven de 23 años identificada como Paola Andreuna Ramírez ha recibido otro tiro en la cabeza que ha acabado con su vida. Los hechos han ocurrido en la plaza de San Carlos y, según testigos citados por 'El Nacional', los autores son «colectivos», como se conoce a los grupos de civiles armados. La Fiscalía investiga igualmente este crimen.
Estas muertes elevan a ocho las víctimas mortales por las multitudinarias protestas opositoras que se han producido en las últimas semanas en Caracas contra el «golpe de Estado» ejecutado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra la Asamblea Nacional. Además, cerca de 600 personas han sido detenidas. MOVILIZACIÓN 'CHAVISTA'
Al mismo tiempo pero en otra zona de Caracas, miles de seguidores del Gobierno han participado en la «gran marcha por la independencia y defensa de la patria», que ha partido de Plaza Venezuela rumbo a la Avenida Bolívar. «El pueblo defiende las conquistas alcanzadas en la Revolución y celebra los 207 años de independencia», ha destacado Maduro.
Por su parte, el vicepresidente del gobernante PSUV, Diosdado Cabello, ha advertido de que frustrarán «cualquier intención que tenga la derecha de subvertir el orden constitucional». En este sentido, ha anunciado que la Milicia Nacional Bolivariana (MNB), formada por civiles armados, permanecerá en Caracas hasta el término de la jornada.
Maduro ha puesto en marcha el llamado Plan Zamora, un programa especial de carácter cívico-militar para «garantizar el funcionamiento del país, su seguridad, el orden interno y la integración social», en el marco de esta jornada de protestas.
En respuesta, la MUD ha activado el Plan Constitución, para que los venezolanos mantengan la presión en las calles hasta que «se respete a la Asamblea Nacional electa por 14 millones de venezolanos, se abra el canal humanitario para resolver la grave crisis que vivimos los venezolanos y podamos tener elecciones libres sin presos políticos ni inhabilitados». LLAMAMIENTOS A LA CALMA
El Defensor del Pueblo había pedido a los manifestantes de uno y otro signo que marcharan «en estricto apego a la ley y respeto de la Constitución». «Todos queremos que las diferencias políticas se solucionen hablando», ha sostenido Saab, en una entrevista concedida a la cadena local Globovisión.
En la misma línea se ha pronunciado el ministro de Defensa, Vladimir Padrino. «Ojalá que este día hermoso para todos termine en paz. Pido a Dios desde aquí, y a nuestro padre Libertador, que nos siga dando la paz», ha dicho en Venezolana de Televisión (VTV).
La Conferencia Episcopal, con una gran influencia en la sociedad venezolana, ha pedido «rechazar cualquier manifestación de violencia y respetar los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos. Los obispos han instado a «actuar según la recta conciencia, los principios democráticos y las leyes del país».
En mensajes más concretos, la Conferencia ha exhortado a la oposición a «ejercer el derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con las personas y propiedades» y al Palacio de Miraflores a «defender los Derechos Humanos fundamentales: la vida, la libertad, la salud (...) y los demás derechos de los ciudadanos». CRISIS VENEZOLANA
La tensión política en Venezuela alcanzó un nuevo pico el pasado marzo, cuando el TSJ despojó de sus poderes a la Asamblea Nacional --controlada por la oposición desde 2016-- y dejó sin inmunidad parlamentaria a los diputados.
El Gobierno de Maduro ordenó dar marcha atrás en sendas decisiones, algo que el TSJ cumplió, pero la oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) consideran que se ha producido una «ruptura del orden constitucional» que requiere elecciones anticipadas.