Al menos doce personas han resultado heridas por un ataque perpetrado a primera hora de este miércoles contra la sede de Save the Children en Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, según fuentes oficiales.
A las 9.00 (hora local) se ha producido una explosión a las puertas de la sede de Save the Children en Jalalabad que los medios afganos atribuyen a un suicida. Inmediatamente después, varios terroristas --entre cuatro y cinco-- han irrumpido en el local. En la zona se encuentra también la Dirección de Asuntos de la Mujer.
Las fuerzas de seguridad afganas, incluidas las fuerzas especiales, se han trasladado al lugar y han iniciado un enfrentamiento con los atacantes. La zona ha quedado acordonada. Las imágenes difundidas por la prensa local muestran una enorme columna de humo emanando del edificio y a niños escapando.
«Estamos devastados», ha dicho la ONG en un comunicado. «Nuestra principal preocupación es la seguridad de nuestro personal», ha subrayado Save the Children, indicando que en estos momentos no puede proporcionar más detalles acerca del balance de víctimas.
Los talibán han negado cualquier implicación en este ataque y por el momento ningún otro grupo armado se ha pronunciado. Estado Islámico cuenta con una importante presencia en Nangarhar, donde las fuerzas de seguridad han aumentado sus operaciones junto a las tropas internacionales para hacer frente al grupo yihadista.
La misión de Naciones Unidas en Afganistán, la UNAMA, ha recordado en Twitter que «los ataques dirigidos contra civiles o contra organizaciones de ayuda son claras violaciones del Derecho Internacional Humanitario y podrían constituir crímenes de guerra».