La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha informado este miércoles de que ha ordenado que se lleve a cabo la inspección de unos 220 motores de aeronaves después de que una mujer muriera tras estallar uno de los motores del avión de la compañía Southwest en el que viajaba.
Las inspecciones tendrán lugar durante los próximos seis meses y se centrarán en los ventiladores de los motores CFM56-7B, el mismo modelo que explotó en pleno vuelo, lo que obligó al avión a realizar un aterrizaje de emergencia.
La explosión del vuelo 1380 de Southwest tuvo lugar a los 20 minutos de que el avión, con destino Pensilvania, despegara en el Aeropuerto de LaGuardia de Nueva York con 149 personas a abordo. La explosión provocó la rotura de una ventana.
El presidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSC), Robert Sumwalt, ha aseverado que una investigación preliminar indica que faltaba una hoja del ventilador del motor, que aparentemente había roto. Se trata del primer accidente de aviación comercial estadounidense desde 2009, según las estadísticas (NTSB).
«Queremos entender la magnitud del problema, estoy muy preocupado por esta situación. (...) No somos capaces ahora mismo de extrapolar lo sucedido a toda la flota», ha explicado Sumwalt, que ha indicado que parte del motor dañado fue hallado en la localidad de Bernville, en el estado de Pensilvania, a unos 112 kilómetros del aeropuerto de Filadelfia.
La víctima, procedente del estado de Nuevo México, ha sido identificada como Jennifer Riordan, de 43 años, según ha recogido la cadena de noticias ABC. «Jennifer ha fallecido como resultado de un incidente registrado en el vuelo número 1380 de la aerolínea Southwest», ha indicado su familia en un comunicado.
El avión despegó del Aeropuerto LaGuardia de Nueva York sobre las 10.27 (hora local) del martes y realizó un aterrizaje de emergencia en Filadelfia aproximadamente una hora después.