Unas 137.000 personas de localidades costeras del oeste de Filipinas se han visto afectadas por el vertido tóxico, a raíz del hundimiento de un carguero, indican este martes las autoridades, mientras prosiguen las tareas de limpieza. Un portavoz del ministerio filipino de Bienestar Social y Desarrollo indicó a EFE que temen que «en los próximos días» el número de damnificados crezca a medida que se expanda el derrame y llegue a más localidades costeras.
El buque MT Princess, un carguero con bandera filipina y construido el 2022, zozobró el 28 de febrero con 800.000 litros de aceite industrial cerca de las costas de la isla de Mindoro, en la región central del archipiélago. Las autoridades aún desconocen con exactitud el punto del lecho marino donde reposa el navío, aunque sospechan que se encuentra a unos 400 metros de profundidad, que amenaza con provocar un desastre ante la dificultad de los operativos para sellar su carga. También se desconoce cuántos litros de aceite y combustible ha derramado el barco, que ya alcanza las islas de Palawan, uno de los destinos turísticos más importantes del país, y al menos 37 reservas marinas -zonas creadas por el gobierno local y donde se prohíbe la pesca-.
De momento, el gobernador de Mindoro Oriental, Humberto Dolor, afirmó que 122 personas han enfermado a causa del vertido, principalmente por problemas respiratorios, declaró al canal TeleRadyo. Mientras tanto, los guardacostas filipinos se afanan en limpiar los charcos del vertido que golpean a decenas de localidades, entre ellas Pola, una de las más afectadas, donde los efectivos retiran con sus manos los restos que llegan a las costas, según un vídeo publicado hoy por la agencia gubernamental. En Pola, en Mindoro Oriental, las autoridades locales compensan a los pescadores que no han podido faenar durante dos semanas con 300 pesos filipinos (5,45 dólares estadounidenses o 5,1 euros) diarios, un poco menos que el salario mínimo.
Durante una sesión especial en el Senado para tratar las informaciones del vertido, varios legisladores indicaron que el carguero carecía de los permisos necesarios para operar, lo que eximiría a la aseguradora del buque de hacerse cargo del coste de la operación de limpieza. Un congresista de Aklan, una de las islas azotadas por el vertido, cifró la semana pasada en más de 330 millones de pesos filipinos (casi 6 millones de dólares o unos 5,6 millones de euros) la compensación por el desastre medioambiental causado por el derrame, y apunta al armador del barco como posible deudor